divendres, 30 de setembre del 2011

Tod@s hemos comido papillas?


TED es una organización sin ánimo de lucro cuya finalidad es difundir ideas y conocimientos considerados de interés. “TED” son las siglas de Tecnología, Entretenimiento y Diseño, que se consideran como los tres pilares sobre los que la sociedad está creciendo. En estos eventos los conferenciantes explican algo que consideran importante en su campo y que consideran que son “ideas que merecen la pena”.
Estos eventos se organizan en muchas ciudades del mundo y hace poco se llevó a cabo en Valencia, donde Carlos González habló de una alimentación libre de papillas, algo que en Bebés y más hemos conocido como Baby led weaning (destete dirigido por el bebé), que viene a ser algo así como poner comida al alcance del bebé y que él vaya decidiendo qué comer.
En el vídeo de la conferencia, que podréis ver a continuación, el conocido pediatra explica su visión acerca de cómo debería ser la alimentación complementaria en base a dos supuestos que pocas personas tienen claras: uno, que la alimentación complementaria no se empieza a dar para nutrir y para cubrir unos requerimientos urgentes y dos, que la comida debe ser algo con lo que disfrutemos (y los niños disfruten).
A continuación voy a entrar en profundidad a explicar estos dos supuestos (el texto es mío y no de Carlos González, que en otras ocasiones ha habido confusión) y al final podréis ver el vídeo del pediatra en el TEDx de Valencia.

La comida es para disfrutarla

Seguro que más de una conocéis los batidos para preparar que venden en las farmacias que contienen decenas de ingredientes y que aportan muchas vitaminas, hierro, zinc, calorías determinadas, proteínas, grasas y muchas cosas más (tipo Meritene o Pediasure), que sirven para aquellos niños que, según los fabricantes, comen mal.
Siguiendo este modelo de producto y tal y como explica el Dr. González, todos podríamos vivir con un preparado especialmente diseñado para nosotros, con todos los nutrientes que nuestro cuerpo requiere en la proporción deseable y consiguiendo así una dieta perfecta.
Los bebés también podrían vivir así, pasando de la leche materna o artificial a los batidos o preparados y así tomar siempre una dieta equilibrada y adecuada a las necesidades de sus cuerpos.
Sin embargo en la actualidad es difícil que algo así funcione porque todavía, y espero que suceda por mucho tiempo, queremos disfrutar de la comida. Dicho de otro modo: nos arriesgamos a tomar una dieta desequilibrada, y de hecho muchos erramos al elegir los alimentos, precisamente porque queremos poder elegir. Queremos comer lo que nos gusta, lo que nos hace sentir bien, lo que nos apetece en cada momento. Queremos quedar con los amigos para cenar, invitar a la familia a comer y queremos poder llevar a los niños a un restaurante determinado porque sabemos que allí la comida les va a encantar.

¿Podríamos hacer lo mismo con un batido?

Pues probablemente no, porque quedar para comer y beberte un batido no es disfrutar de la comida, sino nutrirte y nada más. Se hace en un momento y no da tiempo ni para hablar. Nadie se echa para atrás porque está lleno y sigue viendo comida en la mesa, nadie se ríe de cuánto has operado el filete que te han puesto y nadie te roba del plato esas aceitunas que no te gustan.
Pues bien, los niños tienen todo el derecho del mundo de disfrutar de la comida y de disfrutar comiendo. Por eso parece que lo más lógico es dejarles probar, dejarles experimentar y dejarles comer lo que quieran y cuanto quieran para que ellos mismos aprendan a crear sus gustos (y sus “disgustos”) y para que aprendan a conocer los alimentos y a elaborar sus preferencias.
Cuando les damos la fruta mezclada con una galleta no les estamos permitiendo conocer el sabor de la fruta. Cuando les damos un puré haciendo el avión con la tele encendida no les estamos dejando que conozcan qué es un puré, ni que elijan cuánto tomar, ni les estamos dejando disfrutar.
Por eso parece que lo más lógico es, simplemente, dejar la comida que queremos que empiecen a comer a su alcance y que sean ellos los que la toquen, manoseen y los que se la lleven a la boca cuando quieran y cuantas veces quieran.
Sorprendentemente, a la larga, los niños que eligen qué comer y cuánto comer acaban haciendo una dieta bastante equilibrada (sobretodo si la comida que les ofrecemos es sana, porque de no ser así podrían decantarse siempre por lo que está más bueno – y sí, estoy pensando en el chocolate) y tienen menos manías, porque nadie les ha obligado a comer nada (“oblígame y lo acabaré rechazando”) y nadie les ha premiado (“dame un premio y perderé el interés por lo que me pides en favor del premio”).

La alimentación complementaria no tiene como finalidad cubrir unos requerimientos urgentes

Se suele decir erróneamente que los bebés de 6 meses tienen que empezar a comer únicamente porque necesitan cubrir unos requerimientos que la leche por sí sola no cubre (a veces incluso se dice a los 4 meses, siendo aún más erróneo).

En el siglo pasado la mayoría de niños que no eran amantados (que eran normalmente más que los amamantados) necesitaban empezar a tomar más bien pronto otros alimentos que no fueran la leche que se les preparaba porque ésta tenía importantes carencias. Ahora, en cambio, las leches artificiales llevan aquello que los fabricantes quieren poner, hasta donde los conocimientos les ha permitido llegar (siguen investigando para mejorar las fórmulas), pero conteniendo los nutrientes y elementos que los bebés necesitan sin necesidad de añadir otros alimentos a la dieta.
A partir de los 6 meses, si necesitan más nutrientes podrían añadirse estos nutrientes a la leche artificial o, si ya los contiene, modificar las concentraciones para adaptarla a las nuevas necesidades. De ese modo llegaríamos hasta los ya comentados batidos con todo lo que un cuerpo humano necesita.
Sin embargo esto no se hace por lo dicho, queremos comer de todo. Y para comer de todo un bebé tiene que aprender a comer, conociendo texturas, olores, colores, temperaturas y sabores.
Esto no se hace de un día para otro, sino que, como todo, se aprende con la experiencia. Por eso cuando alguien dice “ya tiene seis meses, ahora que empiece a comer”, no se está diciendo que tenga que comer fruta, un trozo de cada fruta, verdura con carne, un bol de 240 ml y cereales, unos 180 ml de papilla. Lo que se está diciendo (o lo que se debería decir) es que ahora que ya tiene seis meses, puede ir empezando a probar alimentos para que, poco a poco, la leche deje de ser el alimento principal y empiece a comer del modo en que comerá toda la vida.
Como acostumbrarse a algo es cuestión de tiempo y depende del aprendizaje de cada niño, lo lógico es que se le permita ir asumiendo conceptos e ir conociendo los alimentos por sí mismos: te pongo la comida delante y conócela. Si quieres, hasta pruébala.

Pero, ¿no le faltará…?

Lo único que le puede faltar a un bebé alimentado con leche materna si pasan los meses y nadie le da nada de comer es hierro (bueno y zinc, pero nadie tiene muy claro para qué deben tomar zinc los bebés). Con esto quiero decir que si a un médico o pediatra le interesara que un bebé no tuviera déficit de hierro lo podría solucionar dando gotitas de hierro. No tiene sentido que las madres entiendan la comida como si de un tratamiento se tratara: “tiene que tomar 30 gramos de pollo cada 24 horas”, básicamente porque luego hay niños que se lo comen y otros que no lo hacen.
Por eso las recomendaciones tienen que ser eso, recomendaciones: “para que vaya tomando hierro ve ofreciéndole algo de carne cocinada así o asá y que coma lo que quiera” e incluso abrir la puerta a la tranquilidad: “y si ves que come poquita o nada y pasa el tiempo me lo dices y valoramos el darle unas gotitas de hierro mientras aprende a comer”.
Pues igual que con la carne, sucede con la verdura y las frutas. Para qué hacerla en papilla y triturada, como si fuera algo necesario para vivir o crecer si hay tiempo para dejarles que vayan aprendiendo y aceptando la comida. Para qué darles la comida en papilla, si luego ningún adulto come triturados excepto cuando se hace un puré de higos a brevas. Para qué darles papillas de ocho cereales, con cebada y mijo, si luego en casa nadie come mijo, ni cebada.
La mayoría de los bebés, aunque no lo creamos, son muy capaces de comer alimentos semisólidos (blandos, hervidos,…) desde los 6 meses. Y aquellos que aún no lo son, lo serán en adelante a medida que vayan probando a comer solos con sus manitas y sus capacidades. Ahora bien, para permitir a un niño probar hay que quitarse muchos miedos de atragantamientos y estar dispuesto a limpiar un buen rato después de comer.
Os dejo con el vídeo de Carlos González, muy interesante:
Fuente: http://www.bebesymas.com/alimentacion-para-bebes-y-ninos/carlos-gonzalez-habla-acerca-de-una-alimentacion-libre-de-papillas-en-el-tedx-de-valencia

Psicología mujer -Tener hijos, una responsabilidad

La responsabilidad de tener hijos.

Tener hijos implica asumir la responsabilidad de su cuidado emocional. Por eso, según María Cicuéndez Luna, la maternidad y la paternidad requieren un auténtico ejercicio de honestidad e introspección.


"Tus hijos no son tus hijos, son los hijos de la vida, deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti, y, aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti, porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzadas. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad". Kahlil Gibran (El Profeta)

Las abuelas maoríes transmiten por tradición oral que las jóvenes parejas deben retirarse a la naturaleza para reflexionar si verdaderamente están dispuestas a responsabilizarse de la educación de sus posibles hijos. No solamente de traerles al mundo, sino de acompañarles en el proceso hacia la madurez, en el que los devolverán a la Vida que es su verdadera madre. En caso de no desear de corazón implicarse en la entrega, generosidad y sacrificio que tener hijos supone, entonces tienen que renunciar a ello consecuentemente, con dignidad y respeto, algo que no les será reprochado por el resto de los miembros de su tribu.
Este ejemplo de honestidad y de introspección debería tenerse en cuenta en la sociedad occidental donde tener hijos es tomado a la ligera en demasiadas ocasiones, siendo muchas veces una presión social o familiar. En estos momentos en que las leyes pro-aborto levantan ampollas en la sociedad, a nivel internacional, es tiempo de profundizar y pensar en la importancia vital de comprometerse a educar a esos niños que se traen a un mundo donde luego se les abandona, si no literalmente, sí, en demasiadas ocasiones, emocionalmente.

Vivimos tiempos contradictorios en los que la mitad de la sociedad global lucha por controlar la natalidad, mientras la otra mitad intenta desesperadamente poder concebir sometiéndose a la tortura hormonal que esto pueda representar. En China imponen, por ley, poder concebir sólo un bebé permitiéndose un segundo hijo, en algunas regiones rurales, siempre y cuando el primero haya nacido mujer. Esta ley ha dado pie no sólo a numerosos abortos, legalizados en China, sino también a un alto índice de abandono de bebés, especialmente de niñas.

En India los turistas pueden comprobar, asombrados, cómo algunas madres, desesperadas, ponen a sus hijas en sus brazos para que las saquen de la miseria, mientras muchas parejas occidentales sufren por no poder acelerar y economizar el tedioso e interminable proceso de adopción.

¿Qué hay detrás de este desequilibrio en la natalidad a nivel mundial? ¿Qué contradicción encierra que el índice de esterilidad esté creciendo paulatinamente en el mundo civilizado mientras el tercer mundo es la cuna de la fecundidad? Es evidente que a pesar de no pasar hambre en occidente, los alimentos transgénicos y el estrés, entre otros muchos factores, producen esterilidad en el reino del consumismo.

Si la pobreza obliga a muchos padres del tercer mundo a abandonar físicamente a sus hijos, las exigencias laborales de un mundo profesional sumamente competitivo no deja espacio a los padres para conciliar sus trabajos con su vida personal, viéndose así obligados a minimizar el tiempo que pasan con sus hijos, siendo esta carencia, normalmente sustituida por regalos, y la compañía de amigos cibernéticos y televisivos.

El grupo familiar actual difiere de los de otras generaciones en las que los niños crecían con modelos masculinos y femeninos vivos de todas las edades, donde se entremezclaban y se enriquecían de la convivencia. Según los maoríes, indígenas de Nueva Zelanda, sin una fuerte conexión con los ancestros, los niños no saben de dónde vienen y tampoco saben hacia dónde se dirigen. Lamentablemente esta es una sensación muy arraigada en adultos de esta generación que, sin pasar por el proceso de conocerse a sí mismos, traen hijos al mundo “mecánicamente”, estando desconectados de su propio espíritu. 

De ahí la importancia vital de que los padres tomen conciencia de aprender a acompañar a sus hijos en su proceso de crecimiento, aunque los suyos no hayan sabido enseñarles a ellos. Alguna generación tiene que romper esta inconsciencia. No obstante, mientras hay vida, hay esperanza. Si los padres naturales no saben nutrir el alma de sus hijos, como dice una conocida canción del grupo Mecano, “Cuando el niño llore, menguará la luna, para hacerle una cuna”. Somos hijos de la Vida y ella se encargará de educarnos y alimentarnos durante nuestra existencia humana.
María Cicuendez Luna
MARIA CICUENDEZ LUNA es Periodista, Maestra de Reiki (Usui Shiki Ryoho), Terapeuta de Sonido, Cristaloterapia y Esencias Florales (clases y terapias).
Más información:
mariacicuendez.webs.com
mariacicuendezluna.blogspot.com

Fuente: http://www.mibebeyyo.com/psicologia/mujer-actual/responsabilidad-tener-hijos-1616

lo que està pasando en Islandia

Si alguien cree que no hay censura en la actualidad, que me diga si así como se ha sabido todo lo que pasa en Egipto, por qué los periódicos no han dicho nada sobre lo que pasa en Islandia :
En Islandia, el pueblo ha hecho dimitir a un gobierno al completo, se nacionalizaron los principales bancos, se decidió no pagar la deuda que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su mala política financiera y se acaba de crear una asamblea popular para reescribir su constitución.
Y todo ello de forma pacífica. Toda una revolución contra el poder que nos ha conducido hasta la crisis actual.
He aquí, por qué no se han dado a conocer hechos durante dos años :
¿Qué pasaría si el resto de ciudadanos europeos tomaran ejemplo?
Esta es, brevemente, la historia de los hechos:
2008. Se nacionaliza el principal banco del país. La moneda se desploma, la bolsa suspende su actividad. El país está en bancarrota.
2009. Las protestas ciudadanas frente al parlamento logran que se convoquen elecciones anticipadas y provocan la dimisión del Primer Ministro, y de todo su gobierno en bloque. Continúa la pésima situación económica del país.
Mediante una ley se propone la devolución de la deuda a GB y Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés.
2010. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum.
En enero de 2010 el Presidente, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.

dimecres, 28 de setembre del 2011

Nos ha pasado casi tod@s

 
Nos ha pasado casi tod@s.....

- Yo tampoco sabía qué hacer con el color blanco de los lápices de colores
- Odio que me despierten preguntando si estoy dormido.
- Yo también he tirado de la puerta cuando ponía claramente “empujar”
- Yo también he utilizado alguna vez el móvil como linterna.
- Saco el móvil, miro la hora, lo guardo, y ni idea de qué hora es.
- Pidas lo que pidas, el peluquero siempre hace lo que quiere.
- Yo también dije "trae, que tú no sabes" y yo tampoco supe.
- El dinero no da la felicidad, pero yo prefiero llorar en un Ferrari.
- Yo también canto las canciones en inglés como me da la gana.
- No entiendo como la gente se duerme en el metro y se despierta en su parada.
- Señoras que se quedan dormidas con la novela pero si cambias se despiertan.
- Mi madre también me dice "como vaya yo y lo encuentre..." y lo encuentra.
- Me acabo de enterar de que SUGUS es palíndromo.
- Mi madre también dice: "esta es la primera vez que me siento en todo el día".
- Yo también de pequeño decía "inglish pitinglish".
- Siempre quise subirme a un taxi y gritar: "siga a ese coche".
- Señoras que dicen ''Niño, pásame eso, que está ahí, encima del este''.
- Seamos realistas; nadie hará una fila y saldrá en calma si hay fuego.
- Mamá hazme algo para comer. - ¿Por qué no te lo haces tú? - No da igual no tengo hambre.
- Vivo con el miedo a que uno de mis contactos me lleve al diario de Patricia.
- Para los que cuando tocamos timbre y preguntan ¿quién es? decimos “YO”.
- Yo nunca he terminado una goma de borrar, antes se me pierden.
- Yo tampoco he visto nunca una paloma pequeña ¿Nacen ya grandes?
- Ojala tuviera por la noche el sueño que tengo por la mañana.
- A mí también me dijo que le salió fatal y la asquerosa sacó un 10.
- Yo también me quedé aislado porque mi madre fregó el suelo.
- Poner el dedo para que no te muerdan demasiado el bocata.
- Mi cuarto se desordena solo.
- ¿ABRE FÁCIL?
- Los cortes de digestión no existen, son los padres.
- Me he muerto 19.985.322.486 veces por no haber reenviado cadenas de e-mails.
- Yo también aprieto mas fuerte el botón del mando cuando se gastan las pilas.
- Yo también digo NADA cuando me pasa ALGO.
- Le digo a un amigo que mire DISIMULADAMENTE, y nunca mira disimuladamente.
- A mí también me han mandado callar mis padres cuando veían que tenía razón.
- Es mejor conversar en clases, que en el recreo.
- Siempre se me cae un calcetín cuando llevo un montón de ropa a la lavadora.

Fuente: http://www.emprendedoras.com/articulo_2091_yo-tambien

dilluns, 26 de setembre del 2011

Mas tiempo con los hijos

 

MANIFIESTO

DOS AÑOS DE MATERNIDAD/PATERNIDAD GARANTIZADOS POR LOS PODERES PÚBLICOS
Desde hace más de un siglo se conoce la gran importancia que supone para toda la vida del niño y del futuro adulto disponer a su lado, desde el nacimiento y durante los primeros años de la vida, de una o dos figuras de vinculación suficientemente próximas y suficientemente estables en el tiempo. Con los conocimientos científicos actuales resulta evidente que, antes de los tres-cuatro años, es mejor evitar la institucionalización de los bebés y de los niños, si no existen graves motivos para ello. Estas afirmaciones están basadas en:
a) Las investigaciones de los últimos 50 años sobre la vinculación del niño pequeño a sus cuidadores, como base de su salud mental y de su autonomía posteriores. La figura de apego provee, en los primeros años, la seguridad básica esencial para poder explorar el mundo y en esta seguridad básica se sustenta la capacidad de relacionarse con los demás de modo sano y de aprender.
b) Las investigaciones de las últimas décadas sobre la relación entre el vínculo con el cuidador y el desarrollo de las estructuras neurológicas del cerebro que nos muestran, por ejemplo, que el desarrollo del cerebro depende de la calidad de la crianza.
c) Los efectos negativos probados de la institucionalización parcial o total sobre la evolución infantil.
Hoy sabemos que el niño necesita ser cuidado por personas suficientemente constantes en el tiempo, que establezcan con él un vínculo emocional intenso. Esto es lo que le permite desarrollar una vinculación segura y estas condiciones las reúnen, especialmente, los padres. Sólo mediante la continuidad y la constancia en el tiempo, niño y adulto pueden llegar a conocerse, demandar y recibir respuestas adecuadas, realistas y coherentes y, por tanto, estructurantes.
Hoy en día, con la legítima integración de la mujer a la formación y al trabajo remunerado, cada vez más globalizada, existe la indudable necesidad de conciliar el cuidado de los hijos con el trabajo de los padres. Eso significa atender al derecho de los hijos a unos cuidados adecuados para alcanzar un desarrollo personal y mental saludable, así como atender a los derechos de los padres a su propio desarrollo personal y profesional lo cual, entre otras cosas, debe suponer unos ingresos familiares al menos suficientes para el crecimiento y la integración social de niños y familias.
Sabemos que la procreación, además de ser un deseo de los padres, es también una necesidad social. John Bowlby, un experto en estos temas, decía que "la energía que el hombre y la mujer dedican a la producción de bienes materiales aparece cuantificada en todos nuestros índices económicos. Pero la energía que el hombre y la mujer dedican a la producción, en sus propios hogares, de niños felices, sanos y seguros de sí mismos, no cuenta para nada en ninguna estadística. Hemos creado un mundo trastornado".
Las políticas educativas que pretenden arreglar el fracaso escolar con más horas de institución a cualquier edad, transmiten o incluso inculcan a los padres la creencia errónea de que hay que "socializar" a los bebés a los pocos meses; que asistir muchas horas a la escuela es mejor que los cuidados que ellos mismos pueden brindar, y que los padres deben trabajar más y esforzarse laboralmente aún más para poder pagar muchas actividades extraescolares en aras de supuestas mejorías en la formación de sus hijos.
Se invierten fondos y recursos en más plazas de guarderías (escuelas infantiles) y, después, en más plazas de aulas de refuerzo para niños con fracaso escolar; en más equipos de salud mental infanto-juvenil; en más hospitales de día; en más psicofármacos para la infancia; en más servicios hospitalarios para niños y adultos con problemas, etc. Sin embargo, se está ayudando poco a los padres, a nivel económico y laboral, a que mantengan un tiempo para estar con sus hijos, para realizar actividades con ellos, fomentando así una adecuada evolución personal y social. Es decir, su salud mental. Éstas son las verdaderas medidas preventivas. Y por eso resultan mucho más rentables económica, social, emocionalmente y en otros muchos sentidos.
Son sólo algunas de las principales razones por las cuales la sociedad debe contribuir a la crianza de sus jóvenes continuadores. Para ello, resulta fundamental que se comprometa con una verdadera conciliación de la vida laboral y familiar, ayudando a los padres que decidan cuidar personalmente a sus hijos a que tengan el tiempo para ello. En ese sentido, algunos países escandinavos, cuyos niños, por cierto, quedaron en los primeros puestos del último informe PISA (2006) sobre resultados educativos, van muy por delante de nosotros. Consideramos que las políticas educativas y de crianza deben tener en cuenta los conocimientos emanados de las importantes investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas, como se ha hecho en esos países.
Los padres y los bebés de nuestras sociedades se merecen la posibilidad de que, si las madres y padres quieren, puedan ser ellos los principales cuidadores de sus hijos, al menos durante los dos primeros años. Sobre todo, teniendo en cuenta que, con los niveles actuales de natalidad, eso sólo ocurrirá una o dos veces en la vida.
CONSCIENTES de esas necesidades de los niños, de las madres y de los padres de nuestra cultura,
PROFESIONALES de la psicología, la psiquiatría, la enfermería, el trabajo social, la sanidad en general y otras disciplinas conexas, interesados en la salud mental de la población, hemos puesto en marcha una campaña de sensibilización y apoyo CON EL FIN DE SOLICITAR a las instancias legislativas y ejecutivas de nuestro Estado:
Prolongar hasta los dos años el tiempo de cuidado compartido por maternidad/paternidad con protección pública para todos aquellos padres que deseen ocuparse personalmente de sus hijos. Sobre todo, porque se trata de un sistema de cuidados más personalizado y, desde el punto de vista social, más económico y eficiente.
Son necesidades que hoy nos parecen urgentes en los países industrializados, tanto para un aumento de la felicidad de padres e hijos, como para preservar y aumentar la salud mental de las poblaciones. De ahí la reivindicación fundamental que deseamos difundir con esta campaña
DOS AÑOS DE MATERNIDAD/PATERNIDAD GARANTIZADOS POR LOS PODERES PÚBLICOS.
“LA SALUD DE LOS NIÑOS HA DE SER LO PRIMERO”, como muy bien afirma la Oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

ANEXO:

GUARDERIAS Y ESCUELAS INFANTILES PARA TODOS LOS QUE LAS NECESITEN.
Conscientes de que, de todos modos, hay momentos o situaciones en las cuales los padres pueden necesitar llevar a sus hijos a escuelas infantiles, consideramos que estas instituciones requieren de unas condiciones mínimas necesarias para desarrollar adecuadamente sus servicios, por lo que consideramos imprescindible, en estos casos:
-que las guarderías y escuelas infantiles, para los padres que las necesiten, cuenten con personal y recursos suficientes y bien formados, en especial en los tres primeros años de la vida del niño; también, con espacios y educadores particularmente constantes y estables, para que puedan respetarse y atender las necesidades de los niños.
-que haya una proporción adecuada de personal especializado por cada bebé. En ese sentido, las tasas normalmente aceptadas son de una persona por cada 3 ó 4 bebés; para los niños de más de 2 años, una persona para cada 5 ó 6 niños.
-que los recursos sean accesibles para todos y gratuitos en el caso de familias más desfavorecidas.
-que estén orientadas a fomentar la presencia de los padres y madres en la vida de los niños, con horarios adaptados a las necesidades de las familias.

Grupo Promotor

Demetrio Casado, Doctor en Farmacia, Director del Seminario de Intervención y Políticas Sociales (SIPOSO), Madrid.

Ana Pavón, Psicóloga de La Unidad de Salud Mental de Benidorm (Alicante).
Purificación Sierra, Profesora Titular de Psicología Evolutiva de la UNED.

Jorge L Tizón, Psiquiatra, Psicólogo y Neurólogo. Director del Equipo de Prevención en Salud Mental- EAPPP del Institut Català de la Salut en Barcelona y profesor de la Universidad Ramon Llull. Miembro Titular de la Asociación Psicoanalítica Internacional.

Eulàlia Torras, Doctora en Medicina y Cirugía. Psiquiatra y psicoanalista de niños y adolescentes. Presidenta de la Fundació Eulàlia Torras de Beà Institut de Psiquiatria-Psicologia del Nen i de l'Adolescent. Miembro Titular de la Asociación Psicoanalítica Internacional.

Mercedes Valcarce, Doctora en Psicología y Licenciada en Pedagogía. Ex-profesora Titular de Psicología Evolutiva en la Universidad Complutense. Miembro Titular de la Asociación Psicoanalítica Internacional.
A 15 de Septiembre de 2009.

La guardería no puede criar saludablemente a un bebé”-Eulàlia Torras para “La Vanguardia”

Entrevista publicada originalmente en “La vanguardia”
VÍCTOR-M. AMELA  - 23/11/2009
Soy lo bastante mayor para acumular experiencia y lo bastante joven para seguir aprendiendo. Soy de Barcelona. Soy médica, psiquiatra y psicoanalista. Estoy casada y tengo tres hijos y seis nietos. ¿Política? Favorable a los más necesitados. ¿Dios? Eso son cuestiones privadas
Eulàlia Torras de Beà, psicoanalista y psiquiatra infantil
 
¿Qué tiene de malo una guardería?

Es algo que necesitan los padres…, pero no es lo que necesita un bebé
. ¿Y qué necesita un bebé?

La cercanía cálida, constante y segura de sus amorosos padres.
Pero si los padres no pueden…

Dejan a sus bebés cada vez más tempranamente en guarderías, sin calibrar las consecuencias…
¿A qué edad entran los bebés en guarderías?

¡Con cuatro meses! Algo impensable hace 40 años…
¿Y qué consecuencias tiene esto?
Mala crianza. Asumimos como normal que nuestros bebés enfermen, ¡y no lo es!
¿Enferman por culpa de la guardería?
Multiplica las posibilidades de enfermar: el bebé está más expuesto a gérmenes… y, sobre todo, más propenso a toda afección.
¿La guardería acentúa la propensión a enfermar del bebé?

Sí. El propio hogar, los brazos de mamá y papá, un círculo reducido de personas… ¡eso es lo que fortalece emocional, cognitiva y físicamente al bebé! La guardería, en cambio, puede comprometer su desarrollo.
¿Tanto como eso?
El ingreso en la guardería lo hace retroceder temporalmente en competencias que está adquiriendo, como hablar, caminar…
¿Por qué?
Un entorno estable proporciona seguridad al bebé, seguridad que lo anima a explorar: así madura bien. Alterar su entorno le resta seguridad, lo que frena su desarrollo.
¿No está dramatizando, doctora?
Lo confirman los últimos hallazgos en neurociencias y psicología evolutiva.
¿Me los resume?
De los cero a los dos años, cuando más plástico es el cerebro, las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que recibe por interacción con las personas centrales de su mundo: abrazos, achuchones, caricias, risas, balanceos, movimientos, sonidos, voces, cantos, palabras, mimos, cariños, músicas, olores, colores, sabores…
¿Y besos?
Y besos. Todo eso sofistica y enriquece su sistema neural y nervioso, el sistema desde el que establece su relación emocional y cognitiva con el mundo y consigo mismo.
¿La guardería no da esos estímulos?
Imposible en grado óptimo, improbable en el necesario, difícilmente con la intensidad y calidad de unos papás atentos y amorosos.
Ya no existen a tiempo completo.
Y quizá por eso llegan cada día a las consultas más psicopatologías en niños cada vez menores… ¡España es ahora el tercer país que más psicofármacos receta a menores! Cortamos síntomas sin analizar causas.
También padecemos en España un elevado fracaso escolar.
Tampoco analizamos causas, preferimos castigar o etiquetar: “trastorno por déficit de atención e hiperactividad”, y medicar.
Ir pronto a la guardería ¿no garantiza una mejor escolaridad ulterior?
No. Hay que escolarizar al niño justo cuando empieza a quedársele pequeño su hogar.
¿Y a qué edad sucede eso?
No antes de los tres años.
¿Tan tarde?
En Finlandia los padres no están obligados a escolarizar a sus hijos ¡hasta los siete años! Y Finlandia es el país con menos fracaso escolar de Europa, vea el informe PISA.
Seguro que concurren otros factores…

El principal es que el Estado sufraga durante el primer año a los padres. Y luego permite horarios laborales intensivos o reducidos. Así, ¡los padres pueden criar a sus hijos! Y un niño bien criado en casa llegará a la escuela muy estimulado, con ganas de descubrir. Y aprenderá más y mejor.
O sea, que deberíamos mimar al bebé.

Atender sus necesidades de hambre, sueño y – sobre todo-cariño. No es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá! Porque el niño así criado gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán.
¿Y no será así si se ha criado con mucha guardería o en un orfanato?
La pobreza de estímulos empobrece su desarrollo: serán niños poco orientados, intemperantes y más agresivos, más vulnerables a la frustración, más depresivos…
Diga algo bueno de las guarderías.
Muchas tienen excelentes cuidadoras, pero repartirse entre tantos niños imposibilita la calidad de la atención personalizada.
Mejor una guardería que algún hogar.

Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica, ¡mejor una guardería, sí! La guardería es útil en ciertos casos y momentos, pero no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé.
Envíe un mensaje a los padres.
Uno de la doctora Julia Corominas: “Dedicar tiempo a los hijos de pequeños os ahorrará mucho tiempo cuando sean mayores”. Ahorro en salud física, mental y emocional.
¿Qué haría si mandase en España?
En vez del populismo político de inaugurar guarderías, subvencionaría a los padres para que dedicasen tiempo a criar a sus hijos hasta los tres años: ¡eso sí sería progresista!
En algo sí habremos progresado en los últimos 40 años..
Sí: en conocimiento. Sabemos cómo optimizar el desarrollo de los niños. ¿Por qué no lo   aplicamos? ¿Queremos su felicidad futura?

Cambio social

Madres a la oficina, bebés a la guardería: relevante cambio social de los últimos 40 años. Con algunas consecuencias indeseables. Quien las señale se expone a ser tildado de carca. Pero se agolpan las evidencias neurocientíficas, y hay que plantearlas: lo hace la doctora Torras – ¡se reprocha haber callado demasiados años!-,presidenta de la Fundació Eulàlia Torras de Beà (www. fetb. org), gestora de varios centros de salud mental infantil y juvenil y que ahora celebra 40 años de trabajos. Cada día hay más padres inquietos ante una política socioeconómica que dificulta procurar a sus hijos una feliz y saludable crianza, padres como los que se mueven en  http:// mastiempoconloshijos. blogspot. com

diumenge, 25 de setembre del 2011

Eulàlia Torras: “La guardería puede frenar el desarrollo de los bebés”




Eulàlia Torras de Beà, políticament incorrecta

Eulàlia Torras de Beà és metge, psicoanalista i psiquiatra infantil i juvenil. Va ser pionera a Catalunya a oferir atenció psiquiàtrica i psicològica a nens i adolescents des de l'assistència pública. És també una de les promotores d'un manifest, "Más tiempo con los hijos", que demana als poders públics normatives que permetin a pares i mares tenir més temps de permís remunerat per cuidar els fills petits.

Font: http://www.tv3.cat/videos/2790570

Eulàlia Torras de Beà es médica, psiquiatra, psicoanalista y una de las firmantes del Manifiesto “Más tiempo con los hijos”.
Está casada y tiene tres hijos y seis nietos. Hace un par de días fue noticia tras publicarse en La contra de La Vanguardia una entrevista suya titulada “La guardería no puede criar saludablemente a un bebé” en la que declara que las guarderías pueden frenar el desarrollo de los bebés.
La entrevista es muy interesante y en general estoy bastante de acuerdo con todo lo que dice y por ello he querido hablar de sus palabras en esta entrada.
Antes de hacerlo quiero comentar que el título de la entrevista en La Vanguardia (“La guardería no puede criar saludablemente a un bebé”) no es una frase literal de Eulàlia Torras y está sacada de contexto. Realizo esta aclaración porque no estando de acuerdo con esta frase quise buscar el momento en que la expresaba y al verlo observé que no eran sus palabras.

Qué necesita un bebé

La guardería es un servicio que se ofrece para cubrir una necesidad de los padres: que alguien cuide y eduque a los hijos mientras ellos no pueden hacerse cargo, “pero no es lo que necesita un bebé”.
Un bebé precisa de “la cercanía cálida, constante y segura de sus amorosos padres” y la consecuencia de no proporcionárselo “podría comprometer el desarrollo de los bebés.
Un bebé puede desarrollarse adecuadamente en un entorno estable que le proporcione seguridad. Sentirse seguro es lo que le anima a explorar y un bebé que se atreve a explorar puede madurar adecuadamente.
Alterar su entorno entrando en una guardería puede hacer que retroceda temporalmente en competencias que está adquiriendo como hablar, caminar, etc.

Qué dicen los últimos estudios en neurociencias


Los últimos hallazgos en neurociencias y en psicología evolutiva dicen que, “de los cero a los dos años, cuando más plástico es el cerebro, las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que recibe por interacción con las personas centrales de su mundo: abrazos, achuchones, caricias, risas, balanceos, movimientos, sonidos, voces, cantos, palabras, mimos, cariños, músicas, olores, colores, sabores…”.
Todos estos estímulos hacen que el bebé establezca una relación emocional y cognitiva sana tanto con su entorno como consigo mismo.
Es cierto que un centro de educación infantil puede ofrecer todo eso pero normalmente no lo hará en la medida que un bebé o un niño puede necesitar. Unos padres implicados y amorosos sí pueden ofrecer todo eso.

Los niños enferman más

Comenta Eulàlia Torras que al entrar a la guardería se multiplican las posibilidades de enfermar, ya que el bebé está más expuesto a gérmenes.
Un bebé que pueda permanecer en su hogar, con un círculo reducido de personas y con los brazos de papá y mamá tendrá una mayor fortaleza emocional, cognitiva y física (ya habréis oído alguna vez que los masajes, por ejemplo, hacen que los bebés ganen más peso).
Sobre este tema existe un estudio reciente que concluye que los niños que van a la guardería sí tienen más riesgo de sufrir algún problema respiratorio durante los primeros meses, aunque esta situación se invierte a medida que van cumpliendo años (a los cinco años son los niños que no han ido a la guardería los que sufren más enfermedades respiratorias) y no supone ningún problema posterior (a los ocho años la situación se iguala y todos sufren los mismos trastornos y tienen las mismas probabilidades de ser asmáticos o alérgicos).
Ante este estudio cabría entonces decidir en qué momento preferimos que nuestros hijos tengan problemas respiratorios, si prontito siendo aún bebés, o más adelante (personalmente me sumo a la segunda opción, ya que puedo elegir).

El fracaso escolar

En España (y en otros países) se piensa que adelantando la escolarización y las materias se evitaría el fracaso escolar, sin embargo a un niño “hay que escolarizarlo cuando empieza a quedársele pequeño su hogar”, momento que no suele llegar antes de los tres años.
En Finlandia, el país con menor fracaso escolar de Europa los niños no están obligados a ir al colegio hasta los siete años. El Estado sufraga durante el primer año a los padres y permite horarios laborales intensivos o reducidos para que sean los padres los que críen a sus hijos.
En España en cambio los estamos separando tempranamente, tenemos un elevado fracaso escolar, y en vez de analizar las causas estamos cortando los síntomas sin analizar las causas: somos “el tercer país que más psicofármacos receta a menores”.

Sobreproteger a los niños

Uno de los mayores miedos de los padres y de lo que más se les acusa es de mimar y sobreproteger a los niños.
Atender las necesidades de hambre, sueño y sobretodo cariño “no es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá!”. Un niño criado con cariño y con seguridad “gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán.
Un niño que haya sido criado en una guardería con pobreza de estímulos será “poco orientado, intemperante y más agresivo, más vulnerables a la frustración, más depresivos…” (nótese que la entrevistada dice “más que” antes de cada posible adjetivo).

Los centros de educación infantil pueden ser útiles

Muchos tienen excelentes cuidadoras, sin embargo las ratios son demasiado elevadas y repartirse entre tantos niños hace imposible que la calidad de la atención sea personalizada.
Hay ocasiones en que una guardería puede ser muy útil para los niños: “Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica” un niño estará mejor en una guardería que en casa, pero “no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé” (como veis esta frase dista bastante de “La guardería no puede criar saludablemente a un bebé”, que La Vanguardia quiso utilizar como título).

Qué podría hacerse por el bien de los hijos

Algo que ya hemos comentado más de una vez en Bebés y más, dejar de dedicar recursos a inaugurar centros de educación infantil y subvencionar a los padres para que “dediquen tiempo a criar a sus hijos hasta los tres años”.
“Dedicar tiempo a los hijos de pequeños os ahorrará mucho tiempo cuando sean mayores”, dice Eulàlia Torras citando a la doctora Julia Corominas.
Para acabar con esta entrada quiero citar a una conocida mía: “Armando, es tan absurdo que se tengan que hacer estudios científicos para demostrar que un niño, lo que necesita, es estar con sus padres…”. Me dejó boquiabierto por la sencillez de la frase y le di las gracias por hacerme entender lo penosa que es una sociedad que necesita demostrarse a sí misma que se equivoca cuando separa a unos seres en pleno aprendizaje emocional de las personas emocionalmente más ligadas a ellas, sus padres.



divendres, 23 de setembre del 2011

Mahatma Gandhi


RECUERDA:
Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es mas fácil reaccionar que pensar.
Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.
Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es AHORA.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree?
Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.
Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.
Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son:
Dios, mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.
Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias. Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien.
"Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, se generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreir"

-Mahatma Gandhi-

Azucar Moreno - Solo se vive una vez

Nacieron en una familia numerosa abocada a la música, con un manantial de pasión gitana y sangre flamenca corriendo por sus venas y sus voces conquistaron el mercado artístico mundial.

Fueron precursoras en la fusión del flamenco con ritmos electrónicos y muy criticadas en el inicio de su carrera por los hacedores más ortodoxos del género gitano. De esa manera, las Azúcar Moreno institucionalizaron un estilo que gusta en todo el mundo, demostrado en su éxito tanto a nivel de ventas como de convocatoria de público.

dimarts, 20 de setembre del 2011

Thelma y Louise Trailer


Thelma Dickinson, un ama de casa de vida vacía y anodina, está casada con un cretino detestable que la trata como a una niña. Por su parte, Louise Sawyer trabaja como camarera en una cafetería y sueña con que su novio Jimmy, que es músico, se case con ella. Un fin de semana deciden hacer un viaje juntas en el coche de Louise para alejarse de la mortal rutina de sus vidas y de todas sus frustraciones. Sin embargo, su escapada, que prometía ser divertida y, sobre todo, liberadora, resulta ser una experiencia muy dura en la que no faltan episodios dramáticos. 
Fuente: http://www.filmaffinity.com/es/film373151.html

diumenge, 18 de setembre del 2011

Documental: "La revolució dels Saris Roses"

’La revolució dels Saris Roses’ es podrà veure durant el mes de setembre a diferents municipis catalans.
Sinopsi: Casada per obligació de molt jove, s’ha d’enfrontar als maltractaments de la seva família política. Lluny del que seria habitual, Sampat marxa i es converteix en la líder de la Gulabi Gang, un grup de dones de l’Índia.

Font: http://www.donesenxarxa.cat/documental-la-revolucio-dels-saris,9647 

"Para criar a un niño, hace falta la tribu entera" Proverbio africano



Las madres de Mothercare creemos:

Que nuestros hijos son el índice que mejor mide la felicidad de la sociedad.

Que un niño es de la madre. Y del padre. Y de los abuelos. Y del jefe del padre. Y de la compañera de la madre. Y del maestro. Y de la presentadora de las noticias. Y del teniente de alcalde. Y de... (complétalo tú misma)

Que todos debemos ser madres como tú. Porque tu hijo es responsabilidad de todos.

Que toda madre necesita sentir la compañía, la solidaridad, la comprensión y el resguardo de todos los miembros de la tribu.

Que necesitamos tiempo para amar, para convivir, para hacer un disfraz de pirata y para bajar al parque.

Que necesitamos la colaboración de todos para que nuestros niños crezcan felices, sanos y bondadosos.

Que el amor radical por la maternidad no debe implicar ninguna renuncia profesional o personal.
         

Que recoger a los niños del cole y hacer los deberes con ellos convierte a cualquiera en VIP (personas very very importat!)
         

Que la reducción de jornada y el teletrabajo son el mayor invento después del pañal.
         

Que somos madres de verdad, no de anuncio. Nos cansamos, nos desesperamos. Y necesitamos que no sea otra madre la única en entenderlo.

Que un embarazo es el momento más importante de nuestra vida. Pero no un misterio inescrutables para el resto de la humanidad.
         

Que los niños creen en los padres: si les decimos que son los reyes de la casa esperan que TODOS les prestemos atención.

Que el camino a un futuro mejor empieza por una revolución doméstica, cotidiana, tierna y compartida.

Que la televisión no es un canguro. Es mejor la guardería.

Que la maternidad cambia nuestras prioridades, pero no nuestra identidad.

Que las empresas familiarmente responsables nos caen mucho mucho mejor.

Fuente: http://www.mothercare.es/manifiesto.php

divendres, 16 de setembre del 2011

Pídele a Leire Pajín que proteja la lactancia prolongada y el colecho

Para firmar debes visitar la página http://actuable.es/peticiones/pidele-leire-pajin-se-respete-y-proteja-lactancia

Necesitamos que la lactancia materna prolongada y el colecho se respeten, se recomienden, se conozcan realmente y que nadie pueda actuar en contra de ellas

Las madres que dan el pecho a niños mayores de un año no suelen estar bien vistas socialmente. Los padres que colechan tampoco. La falta de información, apoyo y protección institucional perjudica su práctica, limita las posibilidades de elección en la crianza de muchos padres y permite que haya profesionales se actúen en contra de ellas impunemente.
Todo ello va en contra de nuestra salud como mujeres y en contra de la salud de nuestros hijos.
Por eso pídele al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad que tome medidas urgentes y adecuadas para la promoción, protección y apoyo de la lactancia materna prolongada y el colecho

Al firmar la petición estarás enviando esta carta

Destinatario: Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín

Estimada Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín
Como usted sabe, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan como imprescindible la lactancia materna exclusiva y a demanda durante los seis primeros meses de vida y continuarla compartida con la alimentación complementaria hasta los dos años. A partir de esa edad ambas entidades recomiendan continuar con la lactancia materna a criterio de la madre y del niño sin ningún límite de edad ni intervención en contra.
Asimismo la OMS y UNICEF recomiendan que se informe adecuada y plenamente a los padres de la práctica y las ventajas del colecho, ya que realizado con las adecuadas medidas de seguridad favorece la lactancia materna, proporciona importantes beneficios para la salud de la madre y del bebe y además previene el síndrome de muerte súbita del lactante.
Todas estas recomendaciones están avaladas por estudios e investigaciones científicas y han motivado numerosas campañas de concienciación, políticas sociales y recursos económicos destinados a la promoción, protección y apoyo de la lactancia materna, aquí en España y en todo el mundo.
Sin embargo estos esfuerzos se han centrado exclusivamente en la lactancia del recién nacido y la primera infancia, dejando de lado y desprotegidas la lactancia materna con niños de más de un año y el colecho. Una de las consecuencias directas de esta desprotección es la crítica y el rechazo social que con frecuencia viven las madres con niños lactantes de un, dos, tres o cuatro años de edad o que colechan. Otra consecuencia es el desconocimiento, la desinformación y el exceso de prejuicios existentes en torno a estas dos prácticas que suelen dificultar su realización e incluso favorecen el abandono precoz de la lactancia en detrimento de la salud materno-infantil.
Lo mas grave es que en nuestro país existen numerosos profesionales del sector público relacionados con la infancia y la maternidad que no proporcionan una información adecuada sobre estas dos prácticas, carecen de la formación necesaria para difundirlas, las critican, menosprecian e incluso actúan directamente en contra de ellas, como en el caso del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) que exige a las residentes de algunos de sus centros de acogida la interrupción medicada de la lactancia según sus criterios y sin que exista ningún diagnostico médico que así lo recomiende (tal y como se ha descubierto recientemente)
Por todo ello y teniendo en cuenta el valor indiscutible e inigualable que supone la lactancia materna para el desarrollo, crecimiento y salud de madres e hijos, solicito al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad que tome medidas urgentes y adecuadas para la promoción, protección y apoyo de la lactancia materna para niños a partir de un año de edad (mal llamada lactancia prolongada) y el colecho
De manera que:
• La lactancia materna con niños mayores de un año y el colecho sean identificadas como prácticas saludables y recomendables, mediante campañas informativas y de sensibilización que proporcionen información clara, actual y completa a los padres en concreto y al a sociedad en general
• Se facilite a los profesionales, funcionarios y trabajadores del sector publico relacionados con la infancia y la maternidad la formación adecuada y necesaria para dar una atención respetuosa a las familias practicantes de la lactancia materna con niños mayores de un año y el colecho, así como el apoyo y la información necesaria a todas aquellas que deseen hacerlas
• En ningún caso se pueda actuar en contra de estas dos prácticas desde los servicios públicos de salud, asistencia social, formativa o educativa, de manera que no pueda limitarlas, perseguirlas o perjudicarlas prevaleciendo una política de protección de las mismas a nivel nacional y más allá de intereses políticos, comerciales, personales o criterios subjetivos.
El valor y las aportaciones de la lactancia materna exigen un compromiso fuerte, urgente y estable que la favorezca y erradique comportamientos, opiniones y decisiones perjudiciales a su práctica, tanto en la lactancia de niños mayores de un año como en el colecho. Cuento con ese compromiso por su parte ante un tema de tanta relevancia.
Muchas gracias 

dimecres, 14 de setembre del 2011

Libro "La trampa del velo"

El debate sobre el velo, hoy reabierto con la entrada en vigor de la “ley anti burka” en Francia, y con nuevos conflictos relacionados con el uso del pañuelo en las escuelas en España, oscila entre seguridad pública y libertad de las mujeres. Una polémica que surge en momentos de fuerte tensión social y deslegitimación de los gobiernos. ¿Una oportuna operación política de distracción que intenta formatear las poblaciones en imaginarios reaccionarios? ¿Cómo evitar caer en estas redes?

ÁNGELES RAMÍREZ / Antropóloga y autora del libro ’La trampa del velo’
Martes 7 de junio de 2011.  Número 151  Número 152 
 
La extensión de la derecha en Europa y el subsiguiente recorte de libertades se han cebado especialmente en la diáspora musulmana. La culpabilización de los inmigrantes, en particular de los musulmanes, del paro y del terrorismo, divide a las poblaciones que han sufrido los efectos de las políticas de austeridad. Así, los mismos gobiernos que han conducido a la precariedad a la mayor parte de la población, se convierten en adalides de la lucha contra el enemigo interior, el musulmán, que es retratado como un ladrón de empleos, causante de conflictos sociales y potencial terrorista. Sobre todo desde el inicio de la crisis, las restricciones y prohibiciones sobre los musulmanes en Europa no han hecho sino crecer, tal y como lo ilustra la construcción y resolución de conflictos relacionados con el pañuelo musulmán y el niqab. Las fuerzas políticas que impulsan estas acciones tienen un amplio espectro: la extrema derecha, la derecha democrática y algunos ‘socialistas’, a la cabeza de normativas que prohíben el niqab en los espacios públicos o el pañuelo en los centros educativos.
Pero si las regulaciones del pañuelo y del niqab tienen como fin su restricción en Europa, en otros contextos las mujeres son obligadas a llevarlos, como ocurre en Irán, Afganistán, Arabia Saudí, Gaza o en Chechenia. Estas normativas se han elaborado en procesos de construcción nacional o de fuertes conflictos civiles o internacionales. Han servido para que ciertas élites refuercen su legitimidad, siendo acompañadas de importantes limitaciones a la movilidad de las mujeres y de todo un aparato jurídico que las subordina a los varones. Las normas vestimentarias en los países musulmanes son la culminación de aparatos jurídicos abiertamente patriarcales. Allá donde no existe norma formalizada, pueden existir grupos ‘incontrolados’, tolerados por las instituciones, que obliguen a cubrirse a las mujeres. Con norma o sin ella, en estos lugares las que no llevan hiyab son consideradas, en suma, malas mujeres.
En las dos situaciones, que presentan un llamativo paralelismo basado en la dominación de las mujeres musulmanas, el pañuelo tiene un importante papel. En la primera, la islamofobia utiliza el hiyab como icono de la diferencia cultural y como prueba de la inferioridad de los musulmanes. Regulando el hiyab –o prohibiendo el niqab– encuentra una excusa para restringir los derechos de las minorías musulmanas en su conjunto, criminalizando tanto a las mujeres que lo llevan como a sus portadoras potenciales. En la segunda, el pañuelo se convierte en una herramienta –la más evidente– de control de las mujeres, que habitualmente se acompaña de otras restricciones a la libertad. En los países o grupos donde el pañuelo es obligatorio o altamente recomendable, las mujeres dependen jurídica y socialmente de los varones. El pañuelo es el símbolo visible de esta falta de autonomía. Ambos tipos de regulación, la que obliga y la que restringe, tienen un objetivo común, que es la dominación de las mujeres por medio de la aplicación sobre sus cuerpos de normativas legales –normativización–.
¿Qué se puede hacer y decir? Es complicado enfrentar este dilema desde el pensamiento crítico, ya que podemos caer en una doble trampa. La primera es la de la cultura, que enreda especialmente a la izquierda y al propio feminismo crítico. Se construye un discurso pro pañuelo que enfatiza la diversidad cultural y se adoptan posiciones de tolerancia acrítica de éste como práctica social y política. Sin embargo, se olvida que la autenticidad cultural es una construcción del poder, postcolonial, pero también masculino y capitalista. Como no se cuestiona su uso, no puede indagarse en los presupuestos patriarcales que puede haber debajo del velo. En este contexto se enfatizan los significados situacionales del pañuelo: estatus, resistencia, etc., pero la especificidad de cada situación nos impide ver el bosque, nos dificulta el análisis político, que se sitúa más allá de las decisiones individuales que las mujeres toman –o les son impuestas– en cada momento con respecto al velo.
Para superar este escollo, sería fundamental tratar las relaciones entre el pañuelo y el poder en sus diferentes formas: ¿por qué han emergido los diferentes ‘asuntos del pañuelo’ en momentos concretos? ¿Por qué el pañuelo se ha convertido en el límite de la liberación de las mujeres en buena parte de los contextos musulmanes? ¿Cómo se relaciona el ‘islam de mercado’ con el pañuelo y con la fuerte presencia de los conservadores en el seno de las comunidades musulmanas? ¿Es compatible el hiyab con la acción política de izquierdas y emancipadora? En definitiva, si el discurso antiprohibición sigue hablando únicamente de tolerancia a la diversidad, termina apuntalando las corrientes neoconservadoras musulmanas, al considerar incuestionables los presupuestos –culturales, religiosos, sociales, etc.– que están en la base de la ocultación del cuerpo. Aquel conservadurismo tiene gran éxito en el interior de las comunidades musulmanas y encuentra en el pañuelo la representación de esa nueva moral pública.
En el otro extremo discursivo está la trampa de los derechos. Los prohibicionistas, conducidos por la derecha y parte de los partidos socialistas europeos, se apoyan en el feminismo (neo)liberal para afirmar que el pañuelo debe ser erradicado en nombre de los derechos de las mujeres. En la superficie, se enfatizan los derechos humanos, pero en realidad, se están legitimando posiciones antimusulmanas y antiinmigración. Se construye una frontera entre las mujeres musulmanas y el resto de las mujeres, porque no son como ‘nosotras’. Estas imágenes se usan para caracterizar a los musulmanes en su conjunto, naturalizando la imposición de límites y prohibiciones a prácticas que previamente se han calificado como primitivas, jugando la extranjería –más imaginada que real– un papel importante.
En definitiva, la crítica al pañuelo es un subterfugio políticamente correcto para la islamofobia. De paso, se invisibilizan las prácticas patriarcales de los contextos no musulmanes. El dilema debe encararse sin miedo dentro de la izquierda y, sobre todo, desde el feminismo. Hay que incorporar las inquietudes de las musulmanas, pero sin perder de vista que el eje no es la musulmanidad, sino la construcción de un discurso político. Si incluimos al ‘indígena’ por su condición, estaremos esencializando nuestro enfoque y reproduciendo a ese sujeto colonial. Debemos articular un discurso informado y militante sobre el tema, de modo que incluya la atención a las mujeres que deciden llevar pañuelo o que luchan contra él, sin, por ello, apoyar el patriarcado o el racismo antimusulmán.

dimarts, 13 de setembre del 2011

Tener hijos reduce los niveles de testosterona. El declive hormonal favorece que los varones ayuden a cuidar de sus hijos

Tener la testosterona alta ayuda a los hombres a encontrar pareja. Pero los niveles de la hormona sexual masculina decaen cuando se tienen hijos. Y cuantas más horas dedican los padres al cuidado de los niños, más se reduce su secreción de testosterona.
Son las conclusiones a las que han llegado antropólogos de la Universidad del Noroeste de Evanston, en Estados Unidos, tras analizar cómo han evolucionado los niveles de testosterona de 624 hombres jóvenes a medida que han ido formando familias. Sus resultados rompen con la idea de que la evolución ha predispuesto a los hombres a ser cazadores que abandonan el hogar y a las mujeres a quedarse cuidando de los hijos.
Estudios anteriores habían observado que los hombres con hijos suelen tener menos testosterona que los hombres sin hijos. Pero no aclaraban cuál era la causa y cuál la consecuencia. ¿Tener hijos reducía la testosterona? ¿O tal vez tener la testosterona baja favorecía tener hijos?
Para averiguarlo hacía falta un estudio longitudinal, es decir, un estudio que no se limitara a analizar los niveles de testosterona en un momento concreto, sino que analizara la evolución de la hormona a lo largo del tiempo. Es lo que han hecho por primera vez los antropólogos de la Universidad del Noroeste.
Han recurrido a una muestra de hombres de la ciudad de Cebú, en Filipinas, que participan desde 1983 en un gran proyecto de investigación sobre la evolución de su salud. Los antropólogos analizaron sus niveles de testosterona cuando tenían una media de edad de 21 años, en el 2005, y de nuevo cuando tenían 26 años.
Según los resultados del estudio, presentados ayer en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., los hombres que tenían niveles más altos de testosterona a los 21 años son los que tenían más probabilidades de haber formado una familia cinco años más tarde.
"La testosterona estimula (...) rasgos y comportamientos que favorecen el apareamiento, entre ellos la musculatura, la libido, la agresividad y el cortejo", escriben los investigadores en Proceedings. Así, una testosterona alta puede favorecer tanto que un hombre resulte atractivo como que tome la iniciativa para conquistar a una pareja.
Sin embargo, precisamente porque estimula el cortejo y la agresividad, la testosterona podría convertirse en un obstáculo para mantener una pareja estable o para cuidar de niños pequeños. Se ha observado que niveles altos de testosterona en hombres casados conllevan un mayor riesgo de divorcio, así como una menor capacidad de conmoverse ante un niño que llora.
Los antropólogos estadounidenses han observado que, entre los 21 y los 26 años, los niveles de testosterona se redujeron una media del 26% en hombres que habían tenido hijos en este periodo. En cambio, en hombres que no habían tenido hijos la testosterona sólo se redujo un 12%, por el declive natural relacionado con la edad.
El mayor declive se registró en padres recientes que tenían hijos de menos de un mes. En los que tenían hijos mayores la testosterona había empezado a aumentar de nuevo, aunque sin llegar a los niveles previos a la paternidad.
Los investigadores han observado también que, cuantas más horas pasan los hombres con niños pequeños, más se inhibe su secreción de testosterona, Así, el nivel de la hormona es un 18% más bajo en los padres que se ocupan de sus hijos por lo menos una hora al día que en los que delegan todo el cuidado infantil en la madre.
Aunque la testosterona es una hormona común a múltiples especies, "los seres humanos son un caso inusual", ha declarado en un comunicado Christopher Kuzawa, director de la investigación. "Criar a los hijos supone un esfuerzo tan grande que necesariamente requiere la cooperación del padre y la madre. Nuestro estudio demuestra que los padres humanos están biológicamente equipados para ayudar en la tarea".

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20110913/54215816695/tener-hijos-reduce-los-niveles-de-testosterona.html