La identidad sexual comienza a desarrollarse a los 5 años y se establece entre los 10 u 11 años
Unanimidad de los expertos consultados por La Vanguardia a la hora de evaluar la decisión de practicar una operación de cambio de sexo a una menor (nacida varón), de 16 años, en Barcelona: “confianza en la profesionalidad” de todos los agentes implicados que han tomado una decisión “compleja”, desde médicos, psicólogos y forenses hasta el juez, que dio la autorización. Excepto, una pequeña sombra de duda expresada por el Defensor del Menor de Madrid, Arturo Canalda, quien se pregunta si con 14 años esta menor era lo suficientemente adulta y había desarrollado por completo su identidad sexual como para comenzar el tratamiento hormonal de cara a la citada operación.
“La identidad sexual se conforma a una edad muy primeriza. Durante la infancia, la persona se siente de una manera concreta y se ha de respetar. Sobre los cinco años, los pequeños comienzan a diferenciar la existencia de dos sexos, son más que nada sensaciones, pero están ahí. Así que en la adolescencia la identidad acostumbra a estar bastante clara”, señala Xaro Sánchez, doctora en Psiquiatría por la UAB.
Precisamente ayer, el cirujano que practicó la operación de cambio de sexo por primera vez en España a una menor, el doctor Iván Mañero, indicó que la paciente sufría una disforia de género desde los 5 años. Es decir, tenía “una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.
Los doctores José Luis Montón y Javier Blanco, de la Asociación Española de Pediatría, señalan que, de manera general (“en medicina siempre hay excepciones”, matizan), la identidad sexual ya está conformada a los 10 u 11 años. Y a los 16 ya se tiene claramente conciencia del sexo y la condición sexual. “El desarrollo físico y el psíquico van parejos”, señala Blanco, quien, sin embargo, quiere dejar claro que “cada caso es un mundo y en absoluto se puede generalizar. Creo que hay que individualizar para llevar a cabo una operación de cambio de sexo”, señala. “Estoy seguro de que, en el caso de la chica de Barcelona, se ha evaluado y constatado su grado de madurez de una manera tal que no ha dejado dudas sobre su intervención... Pero hay evaluar cada caso”. Cristina Ramírez, profesora de Psicología de la Sexualidad de la UB, resalta la complejidad del proceso. “No es una cuestión banal ni un capricho ni una forma de llamar la atención. Cuando se toma una decisión de este tipo, no lo toma una persona sino un equipo y está basada en parámetros clínicos y psiquiátricos”. Al iniciarse un proceso como el cambio de sexo, “antes se han realizado diferentes entrevistas, pruebas genéticas y fisiológicas. En todo caso, la opinión de la persona afectada es lo que más interesa porque tiene que ver con sentirse bien o mal, porque consideras que estás atrapado en un cuerpo que no es el tuyo y además sientes que necesitas cambiar”.
El doctor Mañero, que ha realizado más de medio millar de intervenciones de cambio de sexo, cree, por su parte, que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”.
Precisamente ayer, el cirujano que practicó la operación de cambio de sexo por primera vez en España a una menor, el doctor Iván Mañero, indicó que la paciente sufría una disforia de género desde los 5 años. Es decir, tenía “una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre”.
Los doctores José Luis Montón y Javier Blanco, de la Asociación Española de Pediatría, señalan que, de manera general (“en medicina siempre hay excepciones”, matizan), la identidad sexual ya está conformada a los 10 u 11 años. Y a los 16 ya se tiene claramente conciencia del sexo y la condición sexual. “El desarrollo físico y el psíquico van parejos”, señala Blanco, quien, sin embargo, quiere dejar claro que “cada caso es un mundo y en absoluto se puede generalizar. Creo que hay que individualizar para llevar a cabo una operación de cambio de sexo”, señala. “Estoy seguro de que, en el caso de la chica de Barcelona, se ha evaluado y constatado su grado de madurez de una manera tal que no ha dejado dudas sobre su intervención... Pero hay evaluar cada caso”. Cristina Ramírez, profesora de Psicología de la Sexualidad de la UB, resalta la complejidad del proceso. “No es una cuestión banal ni un capricho ni una forma de llamar la atención. Cuando se toma una decisión de este tipo, no lo toma una persona sino un equipo y está basada en parámetros clínicos y psiquiátricos”. Al iniciarse un proceso como el cambio de sexo, “antes se han realizado diferentes entrevistas, pruebas genéticas y fisiológicas. En todo caso, la opinión de la persona afectada es lo que más interesa porque tiene que ver con sentirse bien o mal, porque consideras que estás atrapado en un cuerpo que no es el tuyo y además sientes que necesitas cambiar”.
El doctor Mañero, que ha realizado más de medio millar de intervenciones de cambio de sexo, cree, por su parte, que “no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo antes posible comporta más beneficios”.
Fuente: http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20100113/53869454471/expertos-aseguran-que-la-identidad-sexual-se-conforma-en-terminos-generales-durante-la-infancia.html
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