dilluns, 6 de febrer del 2012

Día Mundial contra la mutilación genital femenina

Es el Día Mundial Contra la mutilación genital femenina, una de las formas más crueles de violencia de género. En España la nueva ley de asilo contempla la posibilidad de pedir refugio por persecución de género. También se impulsan proyectos de cooperación, para erradicar esta grave violación de los Derechos Humanos de las mujeres, en los 28 países en los que esta práctica es habitual.




Fuente:  http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/dia-mundial-contra-mutilacion-genital-femenina/686910/

dimecres, 1 de febrer del 2012

Escoles bressol indignades

DARRERES INFORMACIONS

El regidor d’educació i universitats, GerardArdanuy, ha fet públic als mitjans de comunicació, el nou model per les escoles bressol, sense haver-ho fet abans amb el Col·lectiu de Mestres i treballadors de les escoles bressol Municipals i Serveis Complementaris de l’Ajuntament de Barcelona, tot i anunciar a la web de l’Ajuntament, que buscaria el consens. Les noves mesures deixen clar que la qualitat d’atenció als infants es veurà afectada i que es fa un pas enrere en la concepció d’infant i del valor dels centres d’atenció a la petita infància. Seguim rebutjant les noves mesures
I DISSABTE 11 DE FEBRER, LA COMUNITAT EDUCATIVA DIEM NO A LES RETALLADES, ENS TROBEM A LES 17:00 A LA PLAÇA SANT JAUME !!
Davant les constants retallades que pateix l’educació pública, la Comunitat Educativa convoca dissabte una concentració per manifestar el seu desacord amb el desmantellament de l’escola pública


Fuente: http://escolesbressolindignades.wordpress.com/

Cancion "Super Power: Breastfeeding" (Superpoder: Lactancia Materna).


Amigos les compartimos esta canción escrita para el musical "Grupos de Madres" por Hamish Darby. Para las que estamos amamantando es una letra que nos fortalece y acompaña. Les compartirmos la letra en inglés y español, gracias a nuestros amigos del Blog Lactancia Materna. Disfrútenlo.


Super Power: Breastfeeding                       Superpoder: Lactancia Materna
I don’t keep a bottle                                       No guardo ni un biberón,
I don’t spend a dime                                       no me gasto ni un céntimo,
We just need a corner                                     sólo necesitamos un rincón
And a bit of quiet time                                     y un poco de tranquilidad.

When my baby looks happy                           Cuando mi bebé está contento
I’m proud of my glands                                   me siento orgullosa de mis glándulas.
I’m just feeding my baby                                 Sólo estoy alimentando a mi bebé,
Shouldn’t have to take a stand                        no debería tener que declararme a favor



How can you tell me                                       ¿Cómo puedes decirme
What to do with my body                               lo que he de hacer con mi cuerpo
When my body’s milk                                    cuando mi leche
Makes my baby healthy.                                es salud para mi bebé?


We will breastfeed                                         Daremos el pecho
Where we please                                           donde nos plazca.
We care more for our babies needs               Nos importa más lo que nuestros hijos
Than for your modesty                                   necesitan que tu pudor


If you hate seeing breasts                              Si detestas ver tetas
In this way, look away                                  de esta forma, mira para otro lado.
Making milk is why breasts                           Fabricar leche es la razón primera
Exist in the first place                                    por la que existen los pechos
Just give us some space                                Déjanos tranquilas.
We refuse to cower                                      Nos negamos a acobardarnos
My body makes milk                                    Nos negamos a acobardarnos
What’s your super power?                           ¿cuál es tu superpoder?
What’s your super power?                           ¿Cuál es tu superpoder?


I feed in the market                                      Doy el pecho en el mercado.
I feed on the bus                                          Doy el pecho en el autobús.
I feed in the park                                         Doy el pecho en el parque.
From morning until dusk                              Desde la mañana hasta el anochecer
I feed my baby                                            doy el pecho a mi bebé
When baby is hungry                                   cuando tiene hambre.


Don’t stare at my breasts                            No te quedes mirando mis tetas.
Just let us be                                               Déjanos tranquilas.
When my baby looks happy                       Cuando mi bebé está contento
I’m proud of my glands                               me siento orgullosa de mis glándulas
I’m just feeding my baby                            Sólo estoy alimentando a mi bebé,
Shouldn’t have to take a stand.                   no debería tener que declararme a favor.
We will breastfeed                                      Daremos el pecho
Where we please                                        donde nos plazca.
We care more for our babies needs             Nos importa más lo que nuestros hijos
Than for your modesty                                necesitan que tu pudor


If you hate seeing breasts                            Si detestas ver tetas
In this way, look away                                de esta forma, mira para otro lado.
Making milk is why breasts                         Fabricar leche es la razón primera
Exist in the first place                                  por la que existen los pechos
Just give us some space                              Déjanos tranquilas.
We refuse to cower                                    Nos negamos a acobardarnos
My body makes milk                                  Nos negamos a acobardarnos
What’s your super power?                          ¿cuál es tu superpoder?
What’s your super power?                          ¿Cuál es tu superpoder?

divendres, 27 de gener del 2012

El contubernio de la medicalización

Os dejo un extracto del artículo de Leonor Taboada titulado El contubernio de la medicalización al desnudo. Tras analizar detalladamente casos y proveer una lúcida visión de la medicina actual, se centra en la medicalización de la mujer. A la mujer nos duelen las reglas y los partos porque nuestro úteros son productos de una sociedad patriarcal con una fuerte represión sexual y vital de la mujer. El artículo completo (altamente recomendable) lo podéis leer en:
http://mys.matriz.net/mys15/15_27.htm
Recomiendo a todas que os paséis por la revista Mujer y Salud. Es un buen sitio en el que asesorarse. 

(...)
Ser mujer, una patología (y un gran mercado)
Las mujeres somos el mercado esencial para los beneficiarios de esta industria extendida en cadena: un campo fértil que han abonado con fruicción durante décadas, prometiéndonos panaceas farmacológicas, convenciéndonos de que nuestros procesos fisiológicos son patológicos y requieren asistencia y control médico y de nuestra incompetencia para gestionar nuestra salud sin la estrecha tutela de un vigilante.Nuestros misteriosos y poderosos úteros y su control, incluido el de los embriones, son motivo de fascinación y fantasías a lo largo del tiempo (histeria viene de útero).
Han conseguido su objetivo: actualmente, ser mujer es ya sinónimo de patología, de enfermedad, de desajuste, incluso en nuestras propias mentes. Ya hay una definición de enfermedad y un remedio para cada momento y avatar de la vida. Sin embargo, después de años de predicar en el desierto, las mujeres del movimiento internacional de salud estamos en el mejor momento: los escándalos destapados en los últimos tiempos- como los resultados del Estudio del Women´s Health Initiative sobre los efectos perversos de los tratamientos hormonales para la menopausia y la retirada del Vioxx, entre otros, han puesto por fin los ojos del mundo en esta particular corrupción del sistema médico.
Nos Medicalizan el cuerpo...
Se medica la menstruación, por "obsoleta y perjudicial", tal y como la definen ahora, y factor de "síndrome premenstrual" (adolescentes medicadas con la fórmula de Prozac ocultada bajo otro nombre); se medica el parto, en nombre de la seguridad (programado, inducido, rasurado, episiotomizado y quirúrgico); se define como "sexualidad enfermiza" la no disponibilidad permanente (disfunción sexual femenina, la llaman); y el círculo se cierra con la definición del cese de la menstruación como enfermedad de "deficiencia de estrógenos" que dura hasta la muerte (menopausia y postmenopausia), lo que les ha permitido medicalizar a millones de mujeres durante años en nombre de la prevención y la juventud causándoles graves enfermedades e incluso la muerte a miles de ellas.
y la mente...
También nos medican por tener mentes de mujeres, tal y como nos ven los ojos estereotipados de la medicina androcéntrica. Las mujeres consumimos el doble de tranquilizantes y el triple de ansiolíticos. Ya se sabe: "los nervios" nos traicionan. No entendiéndose la salud como integral, y no teniéndose en cuenta el factor género en salud, las quejas y malestares de las mujeres se suelen encasillar en grandes cajones de sastre donde tanto da una rota por la violencia en casa como una descosida por estar en el paro o una exhausta por la doble carga, que una viuda pobre o desahuciada. Para todas ellas, psicotrópicos, en primer lugar. El consumo de antidepresivos en España aumentó, entre 1995 y 2002, un 56%. (de 7,2 millones a 21 millones de frascos).
El consumo de ansiolíticos ha aumentado un 90% en los últimos años, sobre todo para el tratamiento del insomnio y la ansiedad. Se utilizan benzodiazepinas de vida intermedia que actúan en el sistema nervioso central con riesgo de adicción y dependencia psicológica: si se dejan de ingerir, pueden reaparecer los síntomas.
Aunque hay muchos tratamientos no farmacológicos para superar el insomnio y la ansiedad, estos ni llegan a ofrecerse como alternativas, ni está la Seguridad Social organizada para derivar recursos de los que hoy se dedican a los fármacos a terapias alternativas y a la promoción de la prevención en salud.
Según la Agencia Española del Medicamento (AEM), entre las razones que podrían explicar este incremento pueden destacarse "las grandes diferencias entre los criterios de prescripción facultativa, la "medicalización" del sufrimiento humano y de los problemas sociales y una exagerada y agresiva promoción de la industria".
Otro factor que nos hace diana de la industria es ser más longevas que los varones y que solemos arrastrar durante años dolorosas enfermedades crónicas cuyas causas no se estudian. Y otro factor que tienen en cuenta es nuestro papel social de cuidadoras, responsables de la compra y toma de medicamentos del resto de la familia. (...)
 

Los cuatro grandes mitos de la dilatación en el parto

Me encuentro con esta joya en el blog de bebé a go-go . En este post, que traduce un artículo en inglés, se explica bastante bien cómo es un útero y el trabajo que hace durante el parto. Como si de una espiral se tratase, al final del post, la autora, remite a este blog que ahora la enlaza a ella. Espero que os guste!



Los cuatro grandes mitos de la dilatación en el parto

Lo que no sabes sobre el cuello del útero puede arruinarte el parto.

Traducción de Marina Romanos para el blog de bebé a go-go del artículo original publicado en birthologie.com

¿Qué es?  ¿Dónde está?

La mayoría de las mujeres no tienen ni idea de qué es el cuello del útero (cérvix), dónde está, su función o tan siquiera su apariencia. El cérvix está aquí:
Y así es como se ve desde abajo, parecido a un glande:

La primera vez que oí sobre anatomía reproductiva básica estaba embarazada de mi primer hijo, y lo único que realmente aprendí sobre el cérvix es que está en la parte inferior de mi útero (me lo imaginaba como la apertura de un globo y mi útero era el globo que se iba a expander), y que se tenía que dilatar de 0 a 10 centímetros en el parto. También tenía que hacerse menos espeso (borrarse) y pasar de una consistencia parecida a la punta de mi nariz a la de la capa de piel que hay entre los dedos índice y pulgar, como derritiéndose. Y que durante el parto era necesario que comprobaran regularmente el cuello uterino para comprobar que la dilatación progresaba.
Pero eso fue todo. Fue en mi formación como educadora prenatal y doula cuando descubrí más cosas sobre el cérvix. Cosas que cambiaron para siempre mi enfoque  del acompañamiento a mujeres durante el parto.

Mito sobre el cérvix número 1 : 10 es el número mágico.

No, no lo es. ¿Sabías que se puede dilatar más de 10 centímetros? ¿Qué?  ¿Ahora todas tenemos que dilatar tanto? Suena espeluznante! Es espeluznante ¿verdad?
En realidad no. Al menos no más espeluznante que dilatar hasta 10. Dilaté bastante más de 10 centímetros en mi último parto, y la cabeza de mi bebé midió 14,75 cm.  Eso es, dilaté hasta casi los 15 cm. Y además sobreviví. Y además no me dolió más que en mis otros partos en los que dilaté sólo 10. Así que, sólo porque estés dilatada de 10 centímetros no significa necesariamente que estés preparada para empujar. Si no sientes el impulso de empujar a los 10 cm y se te ordena que lo hagas, forzarás el cérvix a abrirse “en contra de su voluntad” y resultará dañado. Si tienes una epidural previa y no sientes este impulso, el riesgo de daños es todavía mayor.

Mito sobre el cérvix número 2. El cuello del útero dilata en una forma perfecta de círculo.

El cuello uterino no dilata como un círculo como se dibuja en las imágenes que enseñan la dilatación. En realidad se abre como la elipse dibujada más abajo.

Source: MidwifeThinking.com
“Se abre desde atrás hacia delante como una elipse. La apertura se encuentra enclavada en la parte trasera de la vagina y durante el inicio de la dilatación se abre hacia delante. En algún punto del proceso casi todas las mujeres tienen un reborde anterior (que significa que la parte superior del cérvix no está totalmente dilatado) porque es la última parte que sube sobre la cabeza del bebé. Que este reborde se detecte o no depende de si se realiza o cuando se realice un tacto vaginal. Un borde posterior es muy extraño porque esa parte del cérvix desaparece antes, o porque es difícil alcanzarla con los dedos.

Mito sobre el cérvix número 3. Los tactos vaginales no dañan el cérvix ni dificultan la dilatación.

La matrona Carla Hartley en Ancient Art Midwifery lo explica así:
“El cérvix no debería ser tocado, se produce una respuesta inflamatoria al material extraño (los guantes) y a la presión, y una respuesta hormonal. Al cuerpo puede resultarle confuso que, mientras intenta vaciar el útero, se de una interferencia desde el cuello del útero al ser tocado y manipulado de una manera extraña para él. LOS TACTOS VAGINALES NO SON FISIOLÓGICOS Y SUPONEN UNA INTERRUPCIÓN AL PROCESO NATURAL DEL PARTO.
Y sobre pujar… NO LO HAGAS… tu cuerpo sabe como expulsar un bebé sin tu ayuda, es un reflejo. Ni siquiera esperes tener ganas, sólo espera una sensación de tu cuerpo tomando el control absolutamente, sacando al bebé como está DISEÑADO para hacer.
Habló mucho sobre el abuso verbal y digital en el parto, y los tactos vaginales son un ejemplo de abuso digital.
Las matronas (y los obstetras y enfermeras) que piensan que los tactos vaginales son buenos o necesarios no tienen la formación suficiente o no están actualizados con los conocimientos científicos que prueban que el parto es más seguro si se deja tranquilo sin intervenir. La manera más segura de actuar una matrona es con las manos fuera y la boca cerrada.”

Mito sobre el cérvis número 4. Tu cuello uterino es diferente y está aislado de otras partes del cuerpo.

Ina May Gaskin, la madre de la matronería moderna ha acuñado un término llamado “la ley del esfínter”. Esta ley declara:
Los esfínteres (incluyendo el anal, cervical y vaginal) son los responsables de traer a tu bebé al mundo. Si los esfínteres están apretados, el parto no progresará y habrá más dolor.
¿Qué es exáctamente la ley del esfínter de Ina May?
1.  El esfínter anal, el cervical (el cuello del útero) y el vaginal funcionan mejor en una atmósfera de intimidad y privacidad. Por ejemplo, un baño con pestillo o un dormitorio donde las interrupciones son improbables o imposibles.
2.  Estos esfínteres no se pueden abrir a la fuerza ni responden bien a órdenes de pujar o relajar.
3.  Cuando el esfínter está en proceso de apertura, se puede cerrar repentinamente si la persona se enfada, asusta, es humillada o consciente de sí misma. ¿Por qué? Los niveles altos de adrenalina en el torrente sanguíneo no favorecen (y muchas veces impiden) la apertura de esfínteres. Estos factores inhibidores son una razón importante por la cual las mujeres en las sociedades tradicionales normalmente escogen otras mujeres, excepto en circunstancias extraordinarias, para acuompañarlas y atenderlas durante la dilatación y el parto.
4. El estado de relajación de la boca y la mandíbula está directamente relacionado a la habilidad del cérvix, la vagina y el ano para abrirse completamente.
Insisto, y en otras palabras:
Boca abierta = Cérvix abierto
Garganta abierta = Vagina abierta
Es casi imposible parir con eficacia con los labios apretados y la garganta cerrada. Puedes intentarlo ahora mismo… cuando relajas la mandíbula, abres la boca y la garganta, las nalgas se relajan automáticamente y te undes en la silla. Ina May habla de los beneficios de los besos, y de mantener la boca y los labios sueltos y abiertos. Besar también provoca la segregación de oxitocina y otras hormonas del amor que elevan la tolerancia al dolor y aceleran el parto.
Aquí hay un vídeo de Ina May Gaskin hablando de la ley del esfínter (en inglés)


Un vídeo donde se puede ver un cuello de útero sano:


Para aprender más sobre vuestro cuello del útero y cómo relajarlo, os recomiendo encarecidamente que visitéis el blog estudios sobre el útero.
 

El carácter neurótico

Ando estos días leyendo un libro curioso. Se titula "El carácter neurótico". El autor A. Adler es un psiquiatra que a principios del siglo XX (año 1902)  ingresó en las filas del psicoanálisis a las órdenes de Freud, del cual posteriormente se distanció al considerar la teoría sexual (así como los complejos de Edipo y Electra) un sinsentido. Su obra puede leerse con una media sonrisa en general (y algunos sobresaltos), ya que la psicología de la época muestra algunos asuntos "turbios". Conceptos como homosexualidad, masturbación o la simple zurdera son considerados manifestaciones neuróticas. Además su concepto del cuidado y necesidades de los niños... bajo la luz de los conocimientos neurocientíficos de hoy día son inequívocamente erróneos. En fin, es imposible que el "psicólogo" - por más pose científica que desee imponer a su trabajo - se abstraiga de la realidad de la sociedad (económica, política y moral) en la que se desarrolla. 
Sin embargo, hay un punto de inicio en su trabajo que me resulta cuanto menos curioso. El origen de la neurosis, para él, es el sentimiento de inferioridad que tiene un niño al relacionarse con los adultos (amplificado en casos de enfermedades físicas). Y dado que el niño sabe que hay una preeminencia del varón sobre la mujer; el niño crea su neurosis (y un complejo de superioridad) en su afán de equilibrar su relación con el padre. Toda su vida será el resultado de esa especie de línea directriz que le impele a equipararse al padre... 

No sé a vosotras a mi me da qué pensar...

Y para las niñas (que no podrán ser nunca el padre) y, que además de pequeñas son mujeres, doble ración de inferioridad que tratan de solventar (según él) con una neurosis que llama "protesta viril".  Os dejo aquí un extracto de otro libro suyo titulado "El sentido de la vida".



"El temor a tener hijos puede obedecer, desde luego, a motivos completamente egoístas que, sea la que fuere su forma de manifestación, se deben, en último análisis, sin excepción, a una escasez del sentimiento de comunidad. Ocurre esto cuando, por ejemplo, una muchacha a quien su madre mimó, no se propone en el matrimonio sino continuar el papel de niña mimada, o si, preocupada por su aspecto exterior, teme y exagera la deformación que implica el embarazo y el parto, o si quiere quedarse sin rivales y también, a veces, si contrae matrimonio sin amor. En numerosos casos, la protesta viril desempeña un papel funesto en las funciones femeninas y en la repugnancia al embarazo. Tal actitud de protesta de la mujer contra su papel sexual, fenómeno que fuimos los primeros en describir bajo el nombre de protesta viril, da lugar muy a menudo a perturbaciones de la menstruación y de otras funciones de la esfera sexual, y siempre proviene de la falta de satisfacción en cumplir el papel de su propio sexo, papel que ya la familia consideró como inferior desde el nacimiento de la niña. Este error se encuentra extraordinariamente fomentado por la imperfección de nuestra civilización, que, secreta o abiertamente, intenta asignar a la mujer una categoría inferior. De esta manera, también la primera aparición de la menstruación puede conducir en algunos casos a toda clase de trastornos, que no son sino una defensa psíquica de la muchacha y revelan, al mismo tiempo, una preparación defectuosa a la cooperación. La protesta viril, que puede manifestarse bajo múltiples formas, debe ser comprendida, pues, como un complejo de superioridad edificado sobre los cimientos de un complejo de inferioridad y que se podría expresar con la fórmula: Tan sólo una niña."

Dejemos de disimular

La Humanidad no puede permitirse que las mujeres desaprovechen su talento y poder. Cada día observo cómo las mujeres hacemos como que no sabemos. Seguimos siendo niñas pequeñas asustadas o adolescentes enfadadas. Incluso nos parece que no tenemos la edad mental que nuestro carnet de identidad expresa. Seguimos siendo inseguras, rebeldes, sumisas... El poder de la mujer es inmenso: da vida, nutre, protege, sostiene, abraza, acaricia, crea, percibe, intuye, acepta, sana, ilumina... Ama.
El poder del Amor es igualmente inmenso: no conoce límites ni fronteras. La mujer tiene que sanar su niña y adolescente: llorar sus dolores e identificar su voz. Después brillará con todo su potencial desplegado ante el mundo.

La Humanidad necesita la voz, las manos y el útero de las mujeres que han transitado el túnel oscuro del dolor y han resurgido, poderosas y vivas. Las mujeres, juntas, sin importar la edad ni su historia. Una cadena en la que, las bebés, las tías y madres, las niñas de once años,   abuelas, hermanas, adolescentes, jóvenes y viejas, podamos cogernos fuertes de las manos y caminar unidas.
La Humanidad necesita de las mujeres y las mujeres necesitamos alzarnos y denunciar, con la voz firme, el sucio juego del patriarcado. La Humanidad necesita una R-evolución. Y nosotras sabemos cómo hacerla.  Así que... dejemos de disimular.
 

De niña buena a mujer

   La sociedad y la cultura en que hemos nacido marcaron nuestro devenir. Han creado las estructuras neuronales que, a día de hoy, conforman nuestros pensamientos y emociones, es decir, la manera en que vivimos y percibimos el mundo. Hemos aprendido a relacionarnos con los demás tal y como hicieron con nosotras. La economía, la identidad externa (los rasgos que me diferencias de los otros), la identidad interna (la conciencia de quien soy yo), la sexualidad, la corporeidad (conciencia de mi propio cuerpo), el placer, el intelecto… todo está sobrehilado con los conceptos culturales y las vivencias sociales que hemos experimentado desde niñas.

Nacimos en una sociedad patriarcal, en la que hombres y mujeres compartimos una visión de la existencia y las relaciones muy concreta. En el patriarcado, la sociedad se articula sobre niveles de poder. Estos poderes se articulan en torno a parámetros muy definidos: el hombre prevalece sobre la mujer (machismo), el adultos prevalece sobre el niño, y el niño mayor sobre el niño pequeño. Y además, el rico tiene más poder que el pobre, el intelectual que el iletrado, el médico que el paciente, el político que el ciudadano, el profesor que el alumno, los padres que los hijos… Esta sociedad se regula en torno a estos conceptos básicos de los que emanan muchas consecuencias prácticas y filosóficas.

Además el patriarcado incluye una forma muy concreta de relacionarnos: la competitividad. Desde bien pequeños, los niños sienten que deben competir para ser, para elaborar su identidad: soy más guapa que…, más buena que…, soy la mejor en… siempre en permanente comparación, en permanente competición. Los juegos de los niños suelen ser un buen ejemplo. Frente al juego colaborativo en el que todos ganan, en los juegos tradicionales siempre hay un ganador y un perdedor. Después, ya  de adultas, continuamos compitiendo por las notas, los títulos, el dinero, los hombres, la belleza, la casa, la ropa (la industria de la cosmética y la moda conoce bien este diabólico mecanismo). Nos volvemos consumidoras compulsivas para ganar la competición y tener aquello que las demás no pueden tener: desde cochecitos para bebés de marcas a bolsos de quinientos euros o pechos recauchutados. Todo sirve con tal de sentir que en mi identidad exterior valgo más que…, que, en definitiva, gano. Y es que, nosotras hemos estado al final del final del último eslabón de la cadena de poder: hemos sido niñas y pequeñas.





 A través de este juego nos convertimos en esclavas de un sistema consumista en el que lo único es lo exterior. Y nos quedamos aniñadas, inmaduras y profundamente vulnerables. Sería fácil decir que si lo has visto, si te has dado cuenta del engaño, ya puedes liberarte de él. Pero no. Esa falta de arraigo en la conciencia personal, en la que una Es, lo impide. Aún con cuarenta años seguimos moviéndonos entre la niña y la adolescente, entre la inseguridad y la rebeldía. Nos volvemos sumisas o resentidas… o ambas cosas. Pero, volvamos al principio.

Cuando nacimos nos educaron para ser niñas buenas. ¿Qué es una niña buena? Cierra los ojos e imagínala por un momento. Es una niña obediente, callada, limpia, asexual, estática, que no expresa sus emociones, peinada, obediente, prudente, casera, miedosa… en definitiva, sumisa. Aunque en la primera infancia nos hayamos rebelado, suele haber un momento antes o después en que claudicamos, sencillamente, nos rendimos. Nos dijimos algo como: “Por este camino no voy a ir a ningún lado, mejor seré buena y haré todo lo que mis padres/profesores/amigas me digan. Así me querrán mucho y yo seré muy feliz”. Y así, renunciamos al movimiento, a la expresión (de las emociones, pensamientos, ideas, creatividad), a la palabra, a la alegría, a la insumisión sana, al placer, al poder personal, que es expresión de nuestro Ser, de nuestra identidad profunda. Establecimos nuestra identidad en lo que digo y hago y no en lo que soy. En definitiva, nos volvimos unas niñas buenas.

Después, en la adolescencia, nos rebelamos. Pero ya no encontramos nuestro eje, habíamos roto la conexión con nuestra identidad profunda y quedamos a la deriva en un mar de impotencia y protesta. No queríamos seguir siendo las niñas buenas de antes pero tampoco sabíamos qué o cómo Ser. La adolescencia pasó, afortunadamente, pero no la sensación de rabia y de desconocimiento de mi misma. Iniciamos entonces la vida adulta vagando entre la comodidad de la niña buena y sumisa que acepta órdenes y sigue a la masa y la rebeldía y el rencor de intuir que las cosas no son como podían ser.
Hasta llegar a la edad adulta. Puede que por el camino hayamos renunciado a nuestra vocación: de pintora a vendedora, de bailarina a abogada, de científica a profesora. Puede que hayamos renunciado a vivir nuestro placer y sensualidad, a vivir en nuestro cuerpo, a sentir el deseo propio o abrirnos al placer en mayúsculas.
Quizá hemos renunciado a ejercer la maternidad que late en nuestro interior. O puede que hayamos decidido que era peligroso viajar, explorar, conocer, experimentar, equivocarnos sin culpa. Es posible que nos hayamos esforzado en no expresar nuestras necesidades vitales y afectivas, y nos hayamos alejado de las palabras que expresan nuestras emociones. Quizá hemos perdido nuestro camino y andamos vagando el camino que otros nos trazaron o que elegimos desde el miedo al rechazo o a la crítica propia o ajena. Y así nuestra vida no funciona. No somos felices y arrastramos los pies por un sendero polvoriento cuesta arriba.



  Para cambiar nuestra vida, bastaría retomar el poder que nos fue arrebatado y que late en nuestro interior a la espera de mejores tiempos. Para el tao, el útero es el primer motor energético del cuerpo de la mujer. A través de él, se bombea la energía que nos permite vivir. Solo pudimos renunciar a la esencia que somos cerrando el caudal de energía que nos alimenta. Renunciamos al movimiento, la sexualidad, el placer y la expresión; es decir, redujimos la cantidad de energía que vivimos. O sea, debimos acomodar nuestra vitalidad a las horas sentadas, al silencio y a la sumisión. Por eso ahora estamos cansadas, nuestra femineidad nos duele (menstruaciones y parto), nos falta creatividad y nos sentimos perdidas.
Solo pudimos convertirnos en niñas buenas después de haber contraído (inconscientemente) el músculo que conforma el útero. Esa es la contracción inicial que sostiene el entramado de sometimiento, ideas limitadoras, miedos y represión que nos atenazan. Solo podemos llamar vida al acto de desplegar el potencial que anida en nuestro interior. Relajar este músculo nos permite volver a conectar con la vitalidad y el placer. Es un camino para ampliar nuestra experiencia vital y sostener el poder que todas las mujeres del mundo compartimos. Cuando una mujer encuentra su poder interior, que es el poder que sostiene la vida, no hay sociedad o cultura capaz de dominarla.


Y este es un camino que puede hacerse acompañada. Crear círculos de Mujeres en los que el crecimiento, la escucha interior y exterior, la oxitocina y la hermandad sean la base de las relaciones, es transformar el mundo. Es pasar de un mundo patriarcal, jerarquizado y competitivo a un mundo en el que las relaciones se establecen en la igualdad y el cuidado mutuo. Un espacio en el que ir ensayando los cambios que están en puertas. Un espacio para vivir hoy el mañana. Al fin, es momento de pasar de niña buena a Mujer.
 

dimarts, 24 de gener del 2012

Davant de la pujada abusiva del transport públic viatja amb la t-11

Com funciona


Hi ha diverses maneres d’utilitzar la T-11:

  • T-11 pròpiament dita. Amb gent que no coneixes:


  1.  Quan facis el darrer viatge i en la targeta posi títol esgotat, no llencis la targeta. Converteix-la en una T-11.
  2. Quan baixis del bus o surtis del metro, si vols evitar la molèstia d’anar preguntant qui vol una T-11, col·loca-la en els marges dels plafons d’informació de les marquesines d’informació del TMB. És el senyal que és una T-11. A qui li interessi ja l’agafarà.  
  3. Has de tenir en compte que la targeta integrada només funciona quan s’agafa una línia diferent de la del darrer trajecte; per tant, només has de deixar la targeta a les marquesines de les parades en què hi hagi línies diferents del darrer trajecte que has utilitzat. (Per exemple, si surts d’una estació de metro diposita la teva T-11 a la parada de bus més pròxima. De la mateixa manera, si baixes del bus en una parada en què només passa una línia deixa la teva targeta en un altre accés de transport públic).
  • T-20. Amb una altra persona amb qui coincideixes regularment en el moment que un ve del transport i l'altre hi va; per exemple, membres d’una família, companys de feina en el canvi de torn, veïnes d'escala, etc.:


  1.  Es compren dos títols de transport.
  2.  En el moment de la trobada en què un ve i l’altra marxa s’intercanvien les dues targetes. El que marxa la utilitzarà com una T-11 i el que ve tindrà una T-10 per a l'endemà. I així successivament.
  3.   Amb aquest sistema la T-11 significarà un descompte d’un 50%. De fet serà com una T-20 pel preu d’una T-10!
  4. Fuente: http://t11targeta.blogspot.com/p/com-funciona.html