Un motín femenino ha despojado a Al Yazira de varios rostros relevantes tras la dimisión, a finales de mayo, de cinco presentadoras, hartas de recibir presiones sobre su vestimenta y maquillaje, juzgados no bastante recatados. El caso refleja la deriva conservadora de la cadena de televisión qatarí, que siempre se ha presentado como bastión informativo del mundo árabe y que ahora está viendo empañada su credibilidad.
El conflicto comenzó el pasado noviembre, cuando, con motivo de su 13.º aniversario, Al Yazira estrenó un nuevo look que introducía planos de cuerpo entero para los presentadores. A los pocos días, la redacción recibió un código de vestimenta que sólo incluía normas para el sector femenino. Es "preferible" no llevar pantalones ajustados, las faldas deben cubrir hasta cinco centímetros por debajo de la rodilla, el escote de las camisas no tiene que bajar más de cinco centímetros de la base del cuello, el cabello suelto no debe rebasar los hombros, los tacones altos quedan prohibidos.
No acabó ahí. El director adjunto comenzó a llamar a algunas presentadoras a su despacho para reprocharles su ropa o maquillaje. Hartas del "acoso", diez de las quince presentadoras –entre ellas, una que lleva hiyab– presentaron en diciembre una carta de queja. La dirección encargó una comisión de investigación –compuesta exclusivamente por hombres– que concluyó que la cadena "tiene derecho legal a determinar el estilo en pantalla y el aspecto general de locutores y anunciantes (...) de acuerdo con el espíritu y los principios del canal y la imagen que desea proyectar".
Insatisfechas con la respuesta, cinco presentadoras –tres libanesas, una siria y una tunecina [corregido], tres de los países más liberales del mundo árabe– renunciaron. "Algunos responsables nos hacen comentarios que rozan la mala educación y superan el marco profesional y moral de nuestra profesión (...) Nos han pedido que seamos más decentes, y eso hiere nuestra dignidad", dijo una de las dimisionarias, en una de las pocas declaraciones públicas que han trascendido. La estricta ley laboral de Qatar impide a los trabajadores extranjeros salir del emirato sin el permiso del patrón, así que ellas y sus familias dependen de la buena voluntad de Al Yazira.
Fundada en 1996 por el emir de Qatar, Al Yazira lanzó en el 2006 un canal en inglés, con 64 corresponsalías, bajo la promesa de invertir el flujo norte-sur de la información y erigirse en alternativa global a la cobertura occidental de CNN o BBC.
Sospechosa en Occidente por dar voz al islamismo radical, a Al Yazira nunca le han faltado detractores. Y este giro conservador erosiona la imagen demodernidad e independencia que se ha arrogado la cadena.
No acabó ahí. El director adjunto comenzó a llamar a algunas presentadoras a su despacho para reprocharles su ropa o maquillaje. Hartas del "acoso", diez de las quince presentadoras –entre ellas, una que lleva hiyab– presentaron en diciembre una carta de queja. La dirección encargó una comisión de investigación –compuesta exclusivamente por hombres– que concluyó que la cadena "tiene derecho legal a determinar el estilo en pantalla y el aspecto general de locutores y anunciantes (...) de acuerdo con el espíritu y los principios del canal y la imagen que desea proyectar".
Insatisfechas con la respuesta, cinco presentadoras –tres libanesas, una siria y una tunecina [corregido], tres de los países más liberales del mundo árabe– renunciaron. "Algunos responsables nos hacen comentarios que rozan la mala educación y superan el marco profesional y moral de nuestra profesión (...) Nos han pedido que seamos más decentes, y eso hiere nuestra dignidad", dijo una de las dimisionarias, en una de las pocas declaraciones públicas que han trascendido. La estricta ley laboral de Qatar impide a los trabajadores extranjeros salir del emirato sin el permiso del patrón, así que ellas y sus familias dependen de la buena voluntad de Al Yazira.
Fundada en 1996 por el emir de Qatar, Al Yazira lanzó en el 2006 un canal en inglés, con 64 corresponsalías, bajo la promesa de invertir el flujo norte-sur de la información y erigirse en alternativa global a la cobertura occidental de CNN o BBC.
Sospechosa en Occidente por dar voz al islamismo radical, a Al Yazira nunca le han faltado detractores. Y este giro conservador erosiona la imagen demodernidad e independencia que se ha arrogado la cadena.
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