Sus síntomas afectan a las relaciones sociales y el trabajo Un estudio realizado por el Equipo Daphne muestra cómo el síndrome premenstrual puede llegar a afectar de manera severa la vida de la mujer. Sólo en España 772.487 mujeres ven alterado su día a día por este síndrome.
Los síntomas más comunes son molestias físicas como la sensibilidad mamaria, los dolores de cabeza, musculares y apetito excesivo, unidos a síntomas más emocionales como irritabilidad, ganas de llorar o la falta de energía. Según esta misma encuesta estos síntomas pueden afectar en gran medida a las relaciones sociales, la eficiencia en el trabajo y la vida familiar de quienes lo padecen, sin embargo, incluso en las formas más severas hasta un 75 por ciento de las mujeres no se plantea la consulta al médico porque lo considera algo normal.
El síndrome premenstrual es un trastorno recurrente del ciclo menstrual de la mujer constituido por una serie de síntomas físicos, psicológicos y de conducta con suficiente intensidad como para alterar en mayor o menor medida la vida de quienes lo padecen. Sus síntomas aparecen en la segunda fase del ciclo (fase lútea) y se alivia significativamente al aparecer la menstruación. Son muchas las mujeres que lo sufren, en diferentes grados de intensidad. Según esto y el nivel de interferencia con el día a día se habla de diferentes grados. La forma más leve se da cuando las mujeres tan sólo experimentan algunos de los síntomas y de forma no excesivamente acusada; en las formas moderadas a severas la sintomatología incapacita a la mujer para una actividad física, laboral, familiar, profesional o social normales; y la forma más grave, el denominado trastorno disfórico premenstrual , se caracteriza por un predominio de síntomas psicológicos y de la conducta y se encuentra incluido en la clasificación internacional de las enfermedades mentales.
Los síntomas más comunes son molestias físicas como la sensibilidad mamaria, los dolores de cabeza, musculares y apetito excesivo, unidos a síntomas más emocionales como irritabilidad, ganas de llorar o la falta de energía. Según esta misma encuesta estos síntomas pueden afectar en gran medida a las relaciones sociales, la eficiencia en el trabajo y la vida familiar de quienes lo padecen, sin embargo, incluso en las formas más severas hasta un 75 por ciento de las mujeres no se plantea la consulta al médico porque lo considera algo normal.
El síndrome premenstrual es un trastorno recurrente del ciclo menstrual de la mujer constituido por una serie de síntomas físicos, psicológicos y de conducta con suficiente intensidad como para alterar en mayor o menor medida la vida de quienes lo padecen. Sus síntomas aparecen en la segunda fase del ciclo (fase lútea) y se alivia significativamente al aparecer la menstruación. Son muchas las mujeres que lo sufren, en diferentes grados de intensidad. Según esto y el nivel de interferencia con el día a día se habla de diferentes grados. La forma más leve se da cuando las mujeres tan sólo experimentan algunos de los síntomas y de forma no excesivamente acusada; en las formas moderadas a severas la sintomatología incapacita a la mujer para una actividad física, laboral, familiar, profesional o social normales; y la forma más grave, el denominado trastorno disfórico premenstrual , se caracteriza por un predominio de síntomas psicológicos y de la conducta y se encuentra incluido en la clasificación internacional de las enfermedades mentales.
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