dijous, 7 d’octubre del 2010

La mujer perfecta se encuentra a pie de calle. Organizarse, disfrutar de los pequeños placeres y aceptarse tal y como se es son los grandes secretos de la felicidad



Más de la mitad de las mujeres españolas dicen que se sienten satisfechas con su vida y tan sólo una quinta parte de ellas admite que ésta debería mejorar en todos los aspectos. Estos datos son parte del resultado de una encuesta que ha elaborado Yahoo! España para el lanzamiento de su nuevo portal femenino. Pero ¿es esto cierto? ¿Qué preocupa a ese tanto por ciento que dice no ser feliz? ¿Cómo son en realidad? La psicóloga social Miriam González Pablo define a la española de hoy en día como una mujer comprometida a nivel personal y profesional que intenta aunar su carrera laboral con el cuidado familiar. Alejadas totalmente del estereotipo de superwomen que el cine, la televisión y la publicidad ha inculcado en los últimos años, sus principales problemas radican en conseguir un equilibrio entre lo que se considera éxito profesional, es decir, tener un buen trabajo, prosperar en él y sentirse válida y satisfecha con el puesto que desempeñan, y éxito personal, que se traduce en encontrar la pareja adecuada, tener hijos y desarrollar una familia, tarea que no es siempre fácil. "La incompatibilidad de horarios es el principal problema porque el cuidado de los hijos sigue recayendo más en ellas que en su pareja", argumenta la psicóloga.

La liberación femenina, tal y como se ha planteado, no ha hecho más que agravar la situación. "La mayor parte de las mujeres la considera un timo, es cierto que toda ganancia de algo conlleva pérdidas de otras cosas, pero esta liberación supone que la mujer ha entrado en el mercado laboral, asumiendo un rol que tradicionalmente se atribuía al hombre, pero sin liberar parte del trabajo doméstico, por lo que está sobrecargada", explica la experta. Además, la conciliación laboral y familiar, es una medida que va muy ligada a las grandes empresas y la mayor parte del tejido empresarial español es pyme, por lo que se ven ante la imposibilidad de adoptar este tipo de políticas. A pesar de todo, la psicóloga se muestra positiva en cuanto al cambio social que están liderando las mujeres y apunta a las instituciones como actores principales en la concienciación, educación y sensibilización, no sólo de las mujeres sino también de los hombres.



El estrés de la perfección

Ir a la oficina, recoger a los niños, ayudarles con los deberes, hacer la comida, ir al supermercado, lavar la ropa, limpiar la casa, acabar ese maldito informe y ser la esposa perfecta, todo en tan sólo 24 horas, puede acabar estresando a cualquiera. Sin embargo, según la experta, las mujeres desarrollan además un sentimiento de culpabilidad al "no poder darles todo el tiempo que a lo mejor debería darles" y eso puede afectar a nivel físico, mental y comportamental, manifestándose con migrañas, cansancio, tristeza o malas contestaciones. Para superarlo, la psicóloga insta a hacer una buena planificación de las tareas y siempre guardar un poco de tiempo para desarrollar alguna actividad que ayude a desconectar como leer o practicar algún deporte. Otra de las grandes preocupaciones de las mujeres actuales es el físico. El proceso de envejecimiento en el hombre está bien considerado socialmente, "el hombre no tiene arrugas, tiene líneas de expresión", mientras que la mujer tiene que estar perfecta, joven, bien peinada y bien vestida para proyectar la positividad necesaria. Querer alcanzar la perfección en cada ámbito de la vida también genera estrés. "A las mujeres se nos ha vendido precisamente que hay que ser la mejor en todo", argumenta. Además en muchas empresas, la mujer tiene que demostrar más que el hombre para conseguir los mismos puestos de trabajo con el inconveniente añadido de que también le van a juzgar la apariencia física. "Estar sometida a valoraciones de tipo subjetivo, le llevan a querer llegar a ese estado de perfección —hace ver la psicóloga— y esto llega incluso a afectar a ámbitos más privados como el sentimental".

La fórmula de la felicidad es muy sencilla, la mujer tiene que aceptarse tal y como es y hacer en cada momento lo que le haga feliz. Tal y como sentencia la especialista, tiene que ser consciente de que la perfección no existe.



10 consejos para sentirte mejor

- Un día son sólo 24 horas. Tómate las cosas con más calma, si no tienes tiempo de hacer todo, es mejor que hagas lo realmente importante y dejes lo demás para un día que tengas más tiempo.

- Prioriza tus tareas. No es malo decir que no a ciertas cosas, no quieras abarcar todo. Para ello valora del 1 al 10 todo lo que tienes que hacer y las decisiones que tomes a partir de ese momento siempre serán lógicas.

- Utiliza la tecnología. Los nuevos dispositivos permiten que puedas disfrutar de tus ratos de ocio incluso en el tiempo que pierdes yendo al trabajo. Aprovéchalo.

- Quiérete, tanto por dentro como por fuera. Sentirse a gusto con una misma es la clave para no obsesionarse con la figura.

- Nuevas formas familiares. No es necesario estar casada para tener hijos, las familias monoparentales están en aumento.

- No seas tan exigente contigo misma. La perfección no existe. No se puede ser la mejor madre, esposa, trabajadora... trata de hacerlo lo mejor que puedas pero no te presiones.

- Pide ayuda a tu pareja. No permitas que se acomode. Los hombres han cambiado y han adoptado roles que antes era estrictamente femeninos.

- Dedícate siempre algo de tiempo. Busca una actividad que te relaje y te haga sentir bien, te ayudará a desconectar.

- El trabajo no lo es todo. Debes aprender a separar la vida laboral de la personal y no dejar que un enfado o un mal día en la oficina te afecte en otros ámbitos de la vida y viceversa.

- Recuerda siempre que tu objetivo es ser feliz. Disfruta de las pequeñas cosas que te arrancan una sonrisa.



Una nueva mentalidad

El cambio en la vida social y laboral de las mujeres se está reflejando poco a poco en una nueva forma de entender el modo de trabajo y la posición que ocupan éstas en las empresas. La 'womenomanía' (womenomics en inglés), es un nuevo movimiento social que pretende que las féminas consigan el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral, teniendo más libertad para tomar sus propias decisiones y que controlen su propia vida laboral. Según Claire Shipman y Katty Kay, autoras del libro Womenomics, los sectores más avanzados del mundo laboral ya han empezado a darse cuenta de que, adoptando esta filosofía de trabajo, las mujeres son más felices y esto les lleva a rendir más, beneficiando la propia empresa y también a todo el mundo laboral. Además, la medida del éxito en este nuevo entorno laboral está cambiando. No es necesario trabajar muchas horas para demostrar la valía profesional y sobre todo, no hay que sentir vergüenza al admitir que el trabajo no lo es todo, sino que forma parte de la vida diaria en igual proporción que la familia y la vida privada.

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